jueves, 17 de enero de 2013

TELEPASQUALI

EL UNIVERSAL, Caracas, 6 de Febrero de 2012
Antonio Pasquali: "Wikipedia es un fenómeno colosal"
"Los gobiernos, el nuestro, vive embargando información, no la suelta. No hago uso de Twitter, me molesta esa limitación de 140 caracteres", señala el filósofo y comunicólogo.
Para Pasquali, Estados Unidos debe conciliar el derecho de un creador a vivir de su obra con el derecho al acceso al conocimiento.
ANA MARÍA HERNÁNDEZ G. 

Antonio Pasquali se niega a tener Twitter por una razón: le incomoda depender de los 140 caracteres. Sin embargo, su nombre está en Wikipedia, defiende la tecnología y despotrica contra Vargas Llosa porque el Premio Nobel no usa ni celular ni correo electrónico.
El experto en comunicación de masas, profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela y de la Unesco, acaba de publicar el libro La comunicación mundo. Releer un mundo transfigurado por las comunicaciones (disponible en El Buscón), un texto en el que da respuestas a la situación actual de las tecnologías de la comunicación y, además, asoma temas que espera que otros desarrollen.
-Usted da ideas a futuros investigadores...
-Esos son libros que yo no escribiré. El primer capítulo, Los códigos, el que yo amo más, hubiera sido un libro, pero yo tengo 83 años. Que lo haga otro.
-¿Se jubila el pensamiento de un filósofo?
-No, el pensar no se jubila nunca. Uno se muere y el pensar queda joven siempre.
-¿En qué cosas ha estado pensando luego del libro?
-Uno se dedica a buscar en la realidad hechos que comprueben lo que ha escrito. Y la última comprobación me la dio el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, un hombre que declara que no usa el correo electrónico, que no usa el teléfono celular, y que se atreve a decir que los muchachos de hoy que se mandan mensajitos actúan como monos. Él no ha entendido nada de su época. Le pasa lo mismo que en el siglo XIV antes de Cristo a quienes se oponían al código alfabético, porque eso venía a democratizar el saber. Ahora el código dígito binario multiplica el saber por decenas de miles de veces y la polémica de estos días sobre la ley SOPA (Stop Online Piracy Act) es una demostración más.
-Por cierto, ¿cómo se toma esa SOPA?
-Yo intenté entender esa ley, y declaro que no la he terminado de entender. Tengo dos cosas muy claras: primero, no hay que renunciar a las libertades conquistadas por una tecnología que, finalmente, vino a democratizar la relación humana. Y segundo: no podemos desamparar al creador de una obra del espíritu.Debemos asegurar que pueda vivir de su obra. Hay que conciliar ambas necesidades.
-¿Estamos al borde de un cambio?
-Sí, de un cambio de época. Recuerdo hace unos 30 años cuando llegó el fax (la copia facsimilar) que permitía copiar libros con una gran facilidad.
-No solo está el problema del conocimiento, sino de las creaciones, la industria...
-Todo es obra de creación. El problema es sumamente complicado. ¿Por qué Estados Unidos defiende a los autores y sacrifica la libertad de Internet? Porque ese país produce casi la mitad del dinero en copyright del mundo. Están defendiendo la decena de millardos de dólares que les ingresan por derecho de autor. Pero se equivocaron, debieron preservar la libertad que ellos mismos reconocen en otra ley, la de la neutralidad en la red. Están en contradicción flagrante.
-Entonces su libro aparece sin querer queriendo...
-Es un alegato a favor de la libertad. No absoluta. Estados Unidos tiene en su ADN de la libertad lo que yo llamo el complejo del Far West, es decir, siempre buscando una nueva frontera de la libertad. El tema es terriblemente complejo, pero no hay que sacrificar la libertad que nos ha dado esta tecnología y. sobre todo, su carácter democrático. Podemos publicar un periódico en Internet, esa tecnología me ha capacitado para ser emisor y no la quiero perder por nada del mundo.
-Además, ser emisor a múltiples usuarios...
-¡Al universo entero! A todo el que me quiera leer. La era de la radio y la televisión fue una época dictatorial, con emisores privilegiados y un millardo de seres mudos, puros receptores.
-Quien lo lea le puede responderle directamente...
-Por supuesto. Internet ha vuelto a poner en su sitio el poder de la maravilla de aquel teléfono, que ha sido el único medio que permite dialogar. Internet no es hija de la televisión, es hija del teléfono.
-Usted dice que la libertad de expresión se escribió en tinta y papel en 1789. ¿cómo debería escribirse hoy?
-Hay cinco maneras de ser libres o de que me impidan ser libre. Por ejemplo, algo que no estaba previsto en esos años era el embargo a la información pública. Los gobiernos, el nuestro, vive embargando información, no la suelta. O se la suelta al que le dé la gana. O la suelta equivocada, falsa, que usted no puede hacerle chequeo. Ese impedimento a la libertad de expresión ni siquiera le pasó por la mente a nuestros ilustres antecesores del siglo XVIII. Ni les pasó por la mente los problemas de un exceso de información, de la capacidad de manipularla.
-No hay capacidad de recuperar tanta información...
-Ni de clasificación, yo creo que el ejemplo más notable es Wikipedia; que es un fenómeno colosal, donde yo bajo una información y subo otra. Otra vez el diálogo. Yo mejoro un dato. Puedo decir: "Esta fecha de Bolívar está equivocada", y ellos la corrigen. Ya nadie consulta libros. Entonces, qué pena, Vargas Llosa está equivocado. Él es un reaccionario, que en el fondo no le gusta que el conocimiento se democratice.
-Lo otro es el asombro ante la tecnología...
-Por supuesto, el encandilamiento tecnológico, pero nuestros hijos lo han superado.
-Usted habla de repensar desde la contemporaneidad, ¿cuál es su característica?
-Eso de que somos la era de las comunicaciones no es una frase. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha calculado que el 13 por ciento de toda la riqueza que produce la humanidad en un año la gasta en comunicaciones. Pero yo gasto más del 13 por ciento de mis modestos ingresos, calculando todo. El hombre ha ingresado a la locura, al delirio de estar comunicado, así que los que hablan de incomunicabilidad, realmente, con Internet se equivocan. Con esto, estamos modificando la relacionalidad humana. La gente se queja de que no hay diálogo. Eso es falso. Se está modificando la manera como se está dialogando, que si se llama Facebook, pues vamos a ver, pero es una manera de dialogar, de estar juntos, sin presencialidad.
-Pero en la educación sigue el modelo decimonónico...
-Estamos en un cambio epocal y la gente no lo entiende. Llegamos al terabyte, a los mil gigas, dentro de poco llegamos al petabyte, un millón de gigas. Con un millón de gigas, usted puede ingresar en su disco duro toda la biblioteca del Congreso de Washington. ¿Cambia eso la forma del saber, o no? Hay un miedo a esta nueva ola de democratización del saber, de parte de los profesores que creen que los que saben son ellos y que Wikipedia es una basura.
-Igual los políticos, porque una gente más consciente es menos manipulable...
-Por supuesto. Yo tengo 40 años luchando porque en el país haya un servicio de radio y televisión. Eso cuesta que la gente lo entienda. Al final, el exagerado es uno y no Chávez que lleva 4.500 horas hablando por radio y televisión. Yo deseo un país donde el Presidente de la República le hable a sus conciudadanos durante doce minutos la noche del 31 de diciembre de cada año, para desearles feliz año. Deseo un país donde el Estado no tenga medio para hacerse publicidad, pero eso cuesta explicarlo.
-Y que lo pongan en práctica, peor...
-Ya la idea está recogida en el programa de gobierno de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Allí está, con todas sus letras en el capítulo comunicaciones.
-Con las redes sociales, la gente es emotiva, pero no cuando está frente a frente.
-Está naciendo algo nuevo. Estamos cambiando el perfil de la relacionalidad humana. No la estamos perdiendo, y eso es lo que cuenta.
-¿Cuál es su Twitter?
-No hago uso de Twitter, me molesta esa limitación de 140 caracteres.

Fotografía: Nicola Rocco.

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