San Lucas, 21: 25-28, 34-36
En su homilía de hoy, el Padre Roberto Martialay (SJ) hizo referencia al nuevo ciclo litúrgico que concluirá con Pentescostés: el de Adviento que nos encamina hacia la Navidad. E, igualmente, señaló dos perspectivas de la venida de Jesús.
La una, inmediata, la hará en forma sencilla, humana. La fiesta se dará en el rancho más pobre del más pobre sector del último barrio de Caracas.
La otra, mediata, venida final que será de liberación si estamos velando. Todos tenemos un fin, terminamos pero sigue el mundo. Esta vez es el final de todo: muy oscuro (no sabemos si salió de la boca de Jesús). Hay un final de lo material.
El universo tiene alrededor de 13 mil 500 millones de años, está en expansión. La raza humana tiene alrededor de 2 a 4 millones de años, mientras el sol y el planeta unos 5 mil millones. Quienes escribieron las Escrituras no eran astrónomos. Pensaban que la historia del hombre tenía seis mil años.
Tardará en acabarse, pero no se sabe cuándo, y – como dijo Jesús – hay que velar. Consideremos los signos de deterioro ambiental; somos expoliadores del planeta. Toda Europa está contra la austeridad como no lo estuvo contra el despilfarro; en ella hemos deseado mirarnos como no lo hacemos con Africa, víctima del sistema capitalista mundial. Los peligros de una guerra atómica, ahora que Estados Unidos pudiera accionar contra Irán que está pendiente de Israel.
Raza humana tiene su final. Dios dará a cada uno lo suyo.
Adviento: ellos fueron más pobres que todos nosotros.
Lacasta
En su homilía del 29/11/09, el Padre Álvaro Lacasta señaló que hay etapas en la vida en las que nos encontramos con problemas graves, fuertes; también respecto al entorno familia, pueblo, nación; la comunidad precisa de herramientas útiles, consejos, como los daba Pablo a ls tesalonicenses; todos necesitamos frenar en seco, un tiempo para renovar la fidelidad a Dios, un tiempo privilegiado. Adviento, tiempo de venida; Pablo da herramientas, como la de no vivir encogidos, con fe temerosa; el cristiano ha de ser optimista, buen humor, alegría, esperanza, para irradiar. Herramientas fundamentales: caridad y justicia; amor recíproco, el prójimo se hace; el amor desinteresado nos acerca; misma procedencia: todos somos hijos de Dios. Materialización de la caridad en el tiempo de Adviento. Las cartas de Pablo tiene respuestas concretas. Experimentar una Navidad muy rica, sin esclavizarnos a los bienes materiales.
Jer 33, 14-16
Salmo 24
1 Tes 3, 12-4,2
Fotografía: LB, San Francisco (Caracas, 02/12/12)
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