domingo, 19 de junio de 2011
SUPERAR EL PELIGRO DEL MISTERIO
San Juan, 3: 16-18
En su homilía de hoy, el Padre Numa Molina (SJ) llamó la atención sobre el peligro de dejar como misterio el de la Santísima Trinidad, despreocupados. Felipe le decía a Jesús que le mostrara al Padre, una necedad cuando lo ha visto. Entonces, lo conocemos como sinónimo de amor, compasión, misericordia, pureza, fidelidad, según le respondía la feligresía a Padre Molina que, grato hábito, interactúa con ella. Revelándose como un Dios que nos salva, entristecen las amenazas frecuentes con el infierno con el que nos puede condenar.
Dios es Papá y Mamá. Padre, Hijo y Espíritu Santo. Olvidamos también al Jesús consejero, compañero de camino, amigo de los excluidos, cojos, prostitutas, leprosos, ciegos.
El Padre Molina hizo referencia a las tragedias de El Rodeo y a los valores cristianos. Reconoció que, a veces, los sacerdotes certifican la asistencia a los cursos prebautismales para aquellos que frecuentemente alegan falta de tiempo para ello, sin reparar en la importancia y trascendencia del sacramento. ¿Cuántos de los delincuentes, de los que se encuentran en las cárceles, son nuestros ahijados y no los recordamos?; ¿cuántos de ellos se dicen católicos y no saben ni siquiera dónde fueron bautizados?.
Luego de hablar sobre la Santísima Trinidad y el día del padre, Molina hizo referencia al día del inmigrante. De los que vinieron a Venezuela con una mano adelante y otra atrás, pero también de los desplazados. Aludió a los africanos que intentan Europa, enfermos y moribundos en las embarcaciones que dejan atrás a aquellas que los condujo a América siglos atrás para esclavizarlos: muchas veces, llegando a la primera isla italiana con un familiar o amigo muerto del que no quisieron separarse durante la travesía, en condiciones infrahumanas. O del centroamericano que intenta llegar a Estados Unidos, atravesando por largos días México sobre los vagones de un tren donde se juega la vida, para llegar el que puede y ni su salario ser reconocido.
Finalmente, el Padre Molina leyó (y nos entregó):
"PROFESIÓN DE FE
Creo que Dios es mi Padre,
mi médico, mi libertador
el que lo crea todo para bien,
el que trabaja sin descanso por sus hijos.
Creo más que a mi ojos a su Palabra,
Jesús, el Hombre lleno del Espíritu,
en quien reside la divinidad plenamente,
que puso su tienda entre nosotros
y es luz, camino y verdad,
que es agua, pan y vino,
nacido de María,
muerto y resucitado,
vivo para siempre junto a Dios,
primogénito de todos sus hermanos.
Creo en el Viento de Dios,
porque lo he visto brillar en Jesús
y lo sigo viendo en la Iglesia.
Por Jesús y por su Espíritu
creo en el perdón, creo en la humanidad,
creo que en la Iglesia está el Espíritu,
creo que la vida es eterna,
y la espero para mí y para todos,
por el poder y la bondad del Padre
manifestada en Jesús, nuestro Señor" (*)
(*) Puede ubicarse en:
http://www.centroloyolapamplona.org/la-palabra-del-domingo/
http://www.centroloyolapamplona.org/la-palabra-del-domingo/
http://www.feadulta.com/Ev-JE_64_lc-17-11-19.htm
Ilustración: Mustafá Maluka
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