miércoles, 22 de junio de 2011

EL TINTERO DETERIORADO


Caracas, el deterioro impreso
Luis Barragán


La precarización de Caracas, constituye una pauta para el resto de las ciudades del país. Necesario reconocerlo, añadido el desinterés general tan propio de la sociedad de sobrevivientes que ya somos.

La ciudad sufre las paradójicas consecuencias del proceso de recentralización de los poderes, pues, como si de una masiva indigestión se tratara. Las cercanías del Palacio de Miraflores así lo revelan por la suciedad, descuido, mendicidad y delincuencia anegada entre los edificios residenciales y pasillos que desembocan por los costados del puente de LLaguno.

Una rápida revisión de la vieja hemerografía, delata un mayor interés por la arquitectura, urbanismo y calidad de vida, posiblemente acentuado durante el proceso de descentralización de los noventa. Hoy, todavía más importante el impreso que el medio virtual, son escasas las referencias.

A guisa de ilustración, anteriormente, en la prensa más y menos especializada, de divulgación o entretenimiento, hallamos a Luis Fernando Cháves (SIC) relacionando las etapas del crecimiento urbano (Crítica Contemporánea, 08/64); o a Doménico Filippone (El Nacional, 02/01/65), P. Vallone (Summa, 02/72), Guillermo José Schael (El Universal, 13/03/84), o Marco Negrón (El Nacional, 03/08/89), versando sobre la política y el desafío urbanístico, los significados y significantes de Caracas. Y esto, consignando un poco más que la atractiva reseña, hallaba a preocupados e inquietos lectores.

Además, la vivencia de la ciudad condujo a considerar el amor para manifestarlo o hacerlo, según José Abinade (Elite, 09/01/60), o Aquiles Esté (Letras, 05/84). Y, ejerciendo el derecho al optimismo, ilusionarse con una versión cuatricentenaria o del siglo XXI, añadido el metro de Petare a Chacaíto, planteando la utopía, como se desprende de Enrique Bernardo Núñez (El Nacional, 03/08/60), Filippone (Elite, 06/04/63), o Negrón (ibídem, 22/06/87).

La prensa actual naturalmente trata el tema, reportando la inmensa precariedad que sufre la urbe, o las modificaciones que el gobierno impone, pues, apenas, el presidente-enfermo-raramente-exiliado festeja a Farruco Sesto como el reconstructor por excelencia de Caracas, sin que sepamos de finalidades y planes concretos. Contrastando con la de ayer, ahora son pocas las columnas de cierta especialización que la tratan la materia más allá de la anécdota.

Fuente: http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/2808276.asp
Fotografía: Leo Matíz. Elite, Caracas, 31/12/60. Niños juegan al "yo-yo", Centro Simón Bolívar, Caracas.

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