LA GALLINA DEGOLLADA

Parlamentariamente, la deuda
Luis Barragán

Incorporado a la cámara, asistimos a la emboscada y debate sobre el Proyecto de Ley Especial de Endeudamiento Complementaria para el Ejercicio 2011. Así, el socialismo rentístico vive otro de sus esplendores de la década.

Jamás el oficialismo avisa con tiempo sus propósitos, por más parlamentarias que sean las materias, anunciando – apenas, el día lunes 6 - la primera discusión para el día martes 7, a objeto de aprobar la ley en segunda discusión para el jueves 9 de los corrientes. La oposición, en lugar de quejarse, ha de redoblar sus esfuerzos para seguir dando la pelea en el foro.

Creímos innecesario intervenir en la polémica, porque ya eran muchos los oradores, permitiéndonos hacer algunas aisladas observaciones y sugerencias a los más especializados en la materia. No obstante, creemos pertinente consignar telegráficamente parte de los argumentos dados.

Apartando la absurda invocación del poder especial con el que cuenta el Presidente de la República para legislar, agregaría que torpe por uno de los diputados opositores, entre una y otra caída ante la cizaña oficialista, resultaron irrebatibles argumentos como los de Vestalia, Gaviria y Marquina, entre otros. Diligenció muy rápidamente la Comisión Permanente de Finanzas el miércoles 9, sin convocar suficientemente a sus miembros, como fue señalado, para cumplir con la orden de emergencia ya no tan insólitamente impartida desde Miraflores.

Cuarenta y cinco mil millones de bolívares pidió el Comandante-Presidente y no se supo de programas ni de cronogramas de desembolso, tampoco de la debida asistencia y explicación de los ministros correspondientes ni de la consulta que legalmente se establece con el BCV. Amén de la violación de normas expresas de la vigente Constitución de la República, tomaron por consulta popular un simple y madrugador llamado a opinar a través del website de la Asamblea Nacional, y, como acertada e inteligentemente apuntó Hirám Gaviria, al remitir el caso al parlamento, Hugo Chávez lo hace responsable de lo que simplemente no se atrevió por la gravedad de las violaciones al orden jurídico y magnitud de la deuda que tiene todavía por literal pretexto las grandes misiones del agro, la vivienda y el empleo, luego de doce largos años.

Excepto las muy escasas precisiones técnicas, el chavezato parlamentario sobreabundó en improperios, descalificaciones personales y no pocas infamias, pretendiendo un chantaje moral, como refirió Ismael García. Vale decir, afianzándose en un pasado ya remoto de fracasos, escondió los más cercanos, los del pasado inmediato, siendo Chávez Frías el más anterior de los gobiernos, como una vez sentenció Pedro León Zapata.

Es necesario denunciar al Socialismo Saudita de esta hora que, por una parte, está fundado en las bonanzas petroleras, el despilfarro, la corrupción y, emblemáticamente, en un mandatario que viaje por el mundo, incluyendo a un festival de cine, tenido por celebridad (digamos que lo es, junto al inolvidable Airbus). Y, por la otra, hunde sus raíces en ese inmenso laberinto de registros y notarías, ya apremiados por las jugosas cifras de cacería.

Seguimos batallando y argumentando, no dejando morir a la representación popular. Y, siendo una tarea perfectible, hay que subsanar los errores que el esfuerzo acarrea.

Fuente: http://www.analitica.com/va/economia/opinion/8540282.asp
Ilustración: Economía Hoy, Caracas, 19/11/99.