campanas de gangia

Grata sorpresa fe la de recibir un par no solicitado de correos , suscrito por Melba Rodríguez, contentivo de la siguiente nota:

"Campanas de Nogueira y GANGIA, poesía del origen y el destino en la obra de Joaquín Marta Sosa

En sus dos poemarios más recientes, este escritor e intelectual venezolano, profundiza en la metáfora privada de cartografías diversas.

Con una mirada detallista y precisa, preocupada en destacar los ecos visuales de un tránsito reflexivo donde el poeta reconstruye caminos, recuerdos, tránsitos y soledades, la obra más reciente de Marta Sosa se desplaza en territorios disímiles pero conectados por ese pulso que siempre ha caracterizado el quehacer de este creador: un decir que se moviliza con dinamismo entre lo privado y lo colectivo, entre lo uno y lo múltiple, lo propio y lo foráneo. Luego del lanzamiento de Amares en el año 2006, un decantado proceso de investigación y de trabajo le lleva a ofrecer al público venezolano su obra poética más reciente: Campanas de Nogueira publicada por Equinoccio y GANGIA, excelente libro editado por la Sociedad de Amigos del Santo Sepulcro.

Quizás por ser hijo de inmigrantes, las resonancias en la obra de este escritor —profesor de la USB e Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua—, están arraigadas en la idea del tránsito y el viaje como el lugar a un tiempo complejo y sencillo donde conviven todas las posibilidades. En ese eterno desplazamiento discursivo que compone la vida activa de su palabra, Joaquín Marta Sosa nos presenta en esta ocasión dos rutas muy particulares: la primera se abre en el texto Campanas de Nogueira, una senda que serpentea hacia los espacios de esa infancia perdida y añorada del pueblo natal, memoria que regresa cada cierto tiempo y con mayor contundencia hacia los linderos del ser. La segunda ruta, paradójicamente, espejea en el recorrido por una India visitada en la madurez, experiencia del caminante que coteja y transforma las siluetas, los aromas y la bruma de ese sitio imaginado y soñado tantos años atrás.

En ambos casos, una poesía preocupada por la existencia, por la ilación de esa inquietud eterna que gobierna el origen y el destino de cualquier ser humano, es la clave que anuda las vicisitudes de cada recorrido. “Importante es la pregunta / nunca la respuesta”, son las palabras finales del poemario GANGIA, imagen de cierre y apertura donde la tierra extranjera se une con la privada, donde los caminos de los dos libros se encuentran y donde la sabiduría se despliega desde el texto hacia la labor del poeta: trabajo firme y anclado en ese mirar finito, en esa construcción perenne gracias a la cual, la vida y el lenguaje irán fijando sus recorridos, confrontados con la aparición y el desvanecimiento constante de su propio curso"