sábado, 12 de febrero de 2011

advertencia


EL NACIONAL - Viernes 11 de Febrero de 2011 Cultura/4
ENTREVISTA La advertencia del ciudadano Norton (Alfa, 2010) es la tercera novela del escritor
Krispin: la fascinación por la impostura
El autor de Con la urbe al cuello declara que no está interesado en el relato histórico
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

Cuando el alerta automático del antivirus marca Norton le advierte a Max Moro que debe actualizar su suscripción, el escritor la desestima y deja la computadora a merced de los terroristas ciberespaciales.

Pronto, el Comando Mapuche se apropia de la única copia de la novela inédita que el autor estaba por terminar. Desde entonces se entabla un diálogo entre ladrón y víctima que reproduce las conversaciones de sordos que ocurren en la actualidad entre los dos polos que distinguen la política nacional. Lo peor es que, conforme avanza la trama, el único que se beneficia del trabajo del autor es el usurpador.

Este es el argumento de la tercera novela de Karl Krispin, La advertencia del ciudadano Norton, por la cual el lector avanzará a la velocidad del vértigo. Desde su apartamento en San Román, el autor caraqueño nacido en 1960 habla de las metáforas políticas y humanas que le inspiraron.

--¿Qué sirvió de inspiración para La advertencia del ciuda- dano Norton? --Como decía Ernesto Sábato, uno escribe sobre sus obsesiones. El tema del impostor y la pérdida de identidad me fascinan. Le agregué también la anécdota sobre la pérdida más dramática del escritor, como es el robo de una de sus obras, y traté de combinarlo con un juego de ideas que se contextualizara dentro de las luchas políticas en el universo contemporáneo. Me interesaba conocer cómo dos personas que se encuentran desde una impostura asumen un discurso completamente diferente.

--¿Qué tiene en común Max Moro, protagonista de esta novela, con Eloy Montañés, principal personaje de su anterior obra, Con la urbe al cuello? --Desde que Dostoievski comenzó a escribir los héroes se acabaron para siempre. Es así desde la época de Cervantes.

La novela moderna nace con el fracaso. Y el fracaso, como dice el poeta Armando Rojas Guardia, es una forma de asegurarse la densidad espiritual. Si hay conexiones entre estos personajes es que ambos nadan en contracorriente. Incluso, en el personaje del Comando Mapuche, en ese poder que ostenta, reside su inmenso fracaso.

--¿Qué tienen sus personajes de Karl Krispin, el escritor? --En Manuel Piar, caudillo de dos colores, Francisco Herrera Luque escribe que el narrador no se hace responsable de las opiniones de sus personajes. De modo que tiene que existir entre el personaje y el autor una distancia.

--¿El robo de la identidad y de la impostura es una metáfora política del país? --La literatura parodia la realidad. Una vez que algo se asume como un hecho literario asume una metarrealidad, así que me resisto a hacer un cotejo entre realidad y literatura, aunque evidentemente uno parte de la realidad para hacer literatura. Pero sí quería poner la contemporaneidad de telón de fondo de este diálogo imposible entre dos personas que se encuentran en una tercera vía que es la virtualidad. Siempre he escrito novelas que jueguen al tiempo que vivimos. No me interesa la novela histórica, aunque respeto a quien la escribe pues hay grandes novelas históricas recientes. El artista y escritor tiene la obligación moral, más allá de la que ha contraído con su propio arte, de ceñir sus raíces en la realidad y de dejar sus huellas dactilares en este tiempo histórico en el que vivimos.

--¿Qué libro cree usted que muestra bien la realidad contemporánea del país? --Close up de Armando Coll (Alfaguara, 2008).

No hay comentarios:

Publicar un comentario