De los roles esequibanos
Luis Barragán
A raíz de una reciente entrevista publicada por un semanario venezolano (http://lbarragan.blogspot.com/2018/08/persistencia.html), recibimos un par de comentarios alusivos a la materia. El uno, ventilado a propósito de una entrevista radial, y el otro, en una asamblea de ciudadanos, coincidían en la necesidad de asumir el problema del Esequibo más allá del dato escolar, como – aseguran – lo hicimos con el periodista Enrique Meléndez.
Proferidos en lugares y circunstancias diferentes, celebramos los comentarios al revelar un criterio más ciudadano del asunto, consciente de las circunstancias y roles que nos corresponden. La campaña pedagógica, por siempre necesaria, no es suficiente ante la tramitación, el procesamiento y la definitiva asunción de una materia que remite – ineludible – al ámbito de la política y al definitivo cuestionamiento de la dictadura.
En efecto, ya escolarmente desinformada la población en torno al histórico reclamo, resulta indispensable agotar nuestros mejores esfuerzos por una didáctica y una divulgación extensa. La realización y multiplicación de foros y de otras iniciativas afines, es de una urgencia impostergable, pues, hemos retrocedido demasiado respecto a un siglo XX en el que, de un modo u otro, la preocupación estuvo presente y, ahora, apenas una encuesta de las que sabemos, tímidamente asoma el Esequibo como algo lejano, ajeno y hasta incomprensible en la significativa muestra tomada. Sin embargo, lo más importante, consiste en el tratamiento dado por los sectores políticos alternativos.
Vente Venezuela y la Fracción Parlamentaria del 16 de Julio, consta en los más disímiles medios de comunicación, plantearon lo que denominamos una política del Amplio Compromiso Esequibano. E, incluso, incurriendo en una inelegancia, nuestras intervenciones en la Asamblea Nacional están caracterizadas no sólo por un diagnóstico progresivo y sistémico del problema, sino por hablar de opciones que tiendan a solventarlo.
No basta con expresar que tenemos un diferendo y dar unos brochazos históricos y jurídicos al planteamiento, por lo que, luego convertido en lugar común, reclamamos desde 2013, una política de Estado que comporta condiciones, exigencias y alternativas indispensables de trabajar. Por ello, los proyectos de leyes en torno a la Fachada Atlántica, la de Estadidad o la de reforma a la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, entre otras propuestas a las que sumamos la apertura de una investigación en la comisión correspondiente de funcionarios involucrados en la entrega territorial, o el continuo y celoso seguimiento de las actuaciones de La Haya, vista la iniciativa guyanesa: una cosa es difundir el origen y la evolución histórica de la controversia y, otra, procurar soluciones, pensarlas e implementarlas, desde los sectores políticos, académicos y, en general, ciudadanos. Acotemos, los comentarios en cuestión revelan que hay consciencia sobre lo que entendemos por los roles esequibanos.
24/09/2018:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/33522-barragan-l
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