miércoles, 12 de septiembre de 2018

ANACRONISMOS

EL MUNDO, Barcelona, 8 de septiembre de 2018
CAFÉ STEINER
La tentación de los cuatro
José Ignacio Torreblanca

Cuatro líderes, cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno. Pedro Sánchez, nacido en 1972; Pablo Iglesias en 1978, Albert Rivera en 1979 y Pablo Casado en 1981. Ninguno de ellos tiene la más mínima memoria personal del franquismo, ni siquiera de la transición a la democracia o del golpe de Estado de 1981. Alcanzan su mayoría de edad entre 1990 y 1999, cuando la democracia está consolidada y España ha superado el pasado y vuelto al mundo. Son la prueba del éxito colectivo del país. Pero andan enzarzados en un debate sobre la memoria del franquismo y la Guerra Civil.

Que la generación anterior alcanzara un gran acuerdo en los años 70, celebrado dentro y fuera de España, y que ellos no sólo sean incapaces de ponerse de acuerdo sobre las cuestiones clave que marcarán el futuro de este país sino siquiera de ofrecer una visión compartida del pasado transcurridos 40 de la aprobación de la Constitución es para preocuparse.

Se puede y se debe criticar lo logrado por las generaciones anteriores. Sin duda. Pero si uno todavía no ha logrado algo que se acerque mínimamente a la altura histórica de aquello que critica, lo aconsejable sería hacerlo honrando lo logrado, entendiendo las limitaciones que sus autores enfrentaron y aspirando, con mucha modestia, a retomar la tarea donde aquellos la dejaron.

Puede ser una ensoñación pero uno esperaría que transcurridos más de 40 años de la muerte de Franco y 80 de la Guerra Civil, esta generación de jóvenes, que tan bien representa todo lo logrado por los que pactaron la Constitución del 78, no tardara más de 10 minutos en, como ciudadanos educados en una democracia europea que son, mirar al pasado con la misma justicia y equidad que, por otra parte, la mayoría de la sociedad que aspiran a gobernar ya practica. No parece pedir mucho.

Pero como ironizaba Oscar Wilde: "Puedo resistir todo menos la tentación". Así que ante la sospecha de Sánchez e Iglesias de que Casado y Rivera podrían retratarse ante una conveniente utilización del franquismo por parte del PSOE y Podemos, ¿qué es lo que hacen éstos? Retratarse con un proyecto de ley de concordia que supura equidistancia, abstenciones que siembran la duda sobre el liberalismo que se predica y miradas nerviosas a las encuestas. ¡Qué previsible todo! Si cuando estamos a punto de conmemorar los 40 años de la Constitución de 1978, lo único que nos pueden ofrecer cuatro jóvenes líderes es un desacuerdo, precisamente, sobre el pasado, es que estamos haciendo algo muy mal.

Fuente:
http://www.elmundo.es/opinion/2018/09/08/5b926863ca474165238b4653.html

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