sábado, 22 de septiembre de 2018

UN ASUNTO DEMASIADO TERRESTRE

El Estado Cuartel en Venezuela
Luis Barragán


En un país también editorialmente colapsado, es una buena noticia la necesarísima reedición de “El Estado Cuartel en Venezuela: Radiografía de un proyecto autoritario”, bajo el sello de la Universidad Metropolitana. Un conjunto de trabajos, rigurosamente arbitrados, bajo la coordinación de Luis Alberto Buttó y José Alberto Olivar, ratifica el compromiso y el aporte real y palpable de la academia con el esfuerzo pendiente e inexorablemente ciudadano por superar esta amarga experiencia del presente siglo.

Frédérique Langue prologa los textos de Buttó, Franz von Bergen Granell, Jo-ann Peña Ángulo, Rosaura Guerra Pineda y Olivar, quienes versan respectivamente sobre las bases teóricas del Estado Cuartel y su relación con la llamada revolución bolivariana, el partido de gobierno y las relaciones civiles y militares de la Venezuela chavista, la autoridad en el Estado Cuartel, la formación del hombre nuevo en la tal revolución bolivariana y la presencia de la Fuerza Armada en el parlamento. Particularmente,  Buttó ha afinado su entrega y, con su característico y sugestivo estilo, despejado otras ventanas para reflexiones futuras, mientras que Olivar,  con la sola y duradera presencia de Vladimir Padrino López en el ministerio de la Defensa,  cuatro años después de su discurso en la Asamblea Nacional, confirma la claridad y el acierto de sus  observaciones.

La segunda edición de “El Estado Cuartel en Venezuela”,  nos impone de una realidad a la que no pocos se niegan, ora porque no disponen de la suficiente voluntad, humildad y destreza para reconocerla, ora porque temen no sobrevivir al mismo debate que conduzca a soluciones requeridas de coraje.  Vale decir, por un lado, una suerte de anacronismo cultural impide que las más novedosas perspectivas prosperen a la luz de una propuesta totalitaria de tan inédito ascenso político, por cierto, paradójicamente electoral al abrir la presente centuria; y, del otro, esa vieja cultura está ligada a determinados intereses de supervivencia que impiden un sincero y decidido concurso (y, además, concurso unitario), por resistirse e intentar el efectivo reemplazo del poder establecido.

No versamos en torno a los abalorios y el diletantismo de una academia entretenida, sino que confirmamos una tarea que la pone rápidamente en solfa con los dramas de una Venezuela profunda que está en el deber ineludible de salvar su vida republicana y marcar rumbos para un distinto futuro continental. La presente, no es una etapa más signada por la dialéctica de las facilidades cultivadas, sino una decisiva coyuntura que exige del realismo y la ensoñación, la disposición y la probidad personal de una dirigencia política que, valga la acotación, tendrá que aceptar y compartir sus esfuerzos con los académicos que demuestran ir más allá del aula.

Acotación indispensable, es en las universidades que sobreviven a la prolongada dictadura, donde se encuentra el más importante capital intelectual que nos hace aún futuribles, añadido el testimonio de calle de un profesorado y de un estudiantado que ha librado importantes y cívicos combates.  Ellas, ofrecen un amplio camino nada extraterrestre  hacia la libertad que ha de ganarse día a día.

Fotografías:  LB (09/18).
24/09/2018:
http://www.ventevenezuela.org/2018/09/24/el-estado-cuartel-en-venezuela-por-luis-barragan/
http://www.ventevenezuela.org/2018/09/24/el-estado-cuartel-en-venezuela-por-luis-barragan/
http://www.noticierodigital.com/2018/09/luis-barragan-estado-cuartel-venezuela/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=109233
Cfr.
https://lbarragan.blogspot.com/search?q=Estado+Cuartel

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