lunes, 4 de noviembre de 2013

INSÓLITO PORTAL

De uno a otro zafarrancho
Luis Barragán


El parlamento no se explica sin el derecho a la réplica, la efectiva refutación y hasta el zafarrancho de combate. Escenario natural de las mejores y peores pasiones, sublimándolas, regulariza el conflicto, agotando sus extremos para hallar y forzar a la normalidad deseada.

Nuestro historial republicano exhibe situaciones, escenas y escenarios ciertamente difíciles y angustiosos, pero – excepto el monagato y otros capítulos de los siglos anteriores – solíamos ponderarlos y alcanzar el equilibrio necesario, por efímero que fuese. Empero, escandalizada, la prensa de antaño nunca adivinó cuán lejos llegaríamos.

Demasiado evidente el sesgo antiparlamentario del oficialismo, el país no cuenta con una instancia para el debate, institucionalizando sus diferencias, al igual que el partido y los partidos de gobierno, valga la distinción, carecen de un mínimo sentido y oportunidad para la libre discusión.  Ha sido tal el desaprendizaje, que gobernador o alcalde que responda a los diputados o ediles, no genera el temor o miedo que dicen indispensable para rasguñar e imponer el pánico convertido en sinónimo de una inaudita gobernabilidad.

Ya el problema de la Asamblea Nacional no es la intolerancia, el irrespeto y la descalificación sistemática de los gubernamentales que se afincan en la oposición, sino la banalización de instituciones fundamentales como la de las inmunidades parlamentarias. Todo  el mundo supo que, al demandar la habilitante y anunciar al decisivo diputado habilitador, Nicolás Maduro prácticamente hacía una oferta pública de recompensa, pero el acento se puso – por más de dos meses – en cazar al tal ’99, sospechando de justos y pecadores, en lugar de desenmascarar al propio gobierno dispuesto a comprarlo.

Los de antes, aseveramos, eran zafarranchos para reivindicar las competencias del parlamento, pero los de ahora buscan deslegitimarlo y liquidarlo. Se está mejor sin órganos deliberantes – se dirá – en ésta nueva república, en los gremios, en los partidos, en los condominios, etc., aunque estemos a las puertas de una insólita crisis.

http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/17272-de-uno-a-otro-zafarrancho
Reproducción: El Nuevo País, Caracas, 02/1989.

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