"... Pero si la eliminación de la ética libertaria se corresponde con las exigencias de la industrialización primitiva, ¿por qué continúa la lucha contra esta ética después de la creación de la base industrial, en una situación en la que la productividad y la riqueza social son cada vez mayores? La política stalinista totalitaria ha sido desde luego rentable: la utilización de los méodos antes criticados de la 'industrialización capitalista' (disciplina laboral rígidamente impuesta, larga jornada laboral, 'gestión científica', autoridad de los directores, salario a destajo y sistema de primas, rentabilidad competitiva) han permitido a la economía soviética recorrer varias largas décadas de desarrollo industrial en el curso de dos décadas"
Herbert Marcuse
("El marxismo soviético", Alianza Edtorial, Madrid, 1969: 257 s.)
Ilustración: Ronald Manullang.
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