"Caminando con Cristo"
El encuentro de Jesús con Zaqueo (Lc.19, 1-10)
Pbro. Lcdo. Joel de Jesús Núñez Flautes
El domingo pasado hicimos la descripción de lo que era un fariseo y un publicano; de éste último decíamos que era considerado pecador público, ladrón, corrupto, era rechazado y hasta odiado por sus contemporáneos por el trabajo de recaudador de impuestos de sus compatriotas para dárselos a los romanos. Pues bien, el personaje que San Lucas nos presenta en este domingo es Zaqueo, "jefe de publicanos", que estaba deseoso de conocer a Jesús y por eso al saber que pasaba por su pueblo y ante la multitud que lo seguía se sube a un árbol para poder ver al Señor y es allí donde se da el encuentro. Imaginemos la fama negativa que tenía este hombre al ser jefe de los recaudadores de impuestos y el rechazo del que era objeto por parte de su pueblo; de hecho dice el evangelio que la gente criticaba que Jesús fuera "a hospedarse en la casa de un hombre pecador". Entre los que hacían estas críticas estaban los fariseos y escribas, estos últimos eran conocidos también como doctores y maestros; eran los judíos especializados en la ley o la Torá (para nosotros los cristianos católicos sería el Antiguo Testamento). Jesús criticó siempre su proceder legalista e hipócrita, al igual que el de los fariseos.
Lo más importante de la escena que nos presenta el evangelio es lo que sucede en la casa de Zaqueo, cuando éste estando frente a Jesús; sólo basto, según deja ver el evangelio, estar con Jesús para que aquel hombre dijera: "la mitad de mis bienes se la daré a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más". Esta expresión de Zaqueo sería magnífica que muchos de los corruptos de nuestros días la aplicaran o la meditaran, porque se acabarían muchos de los problemas actuales. Pero, sigamos interpretando lo que dice el evangelio. Zaqueo ante Jesús es capaz de reconocer su pecado, su mal proceder hasta ahora, pero da un paso hacia la conversión y busca remediar el pecado que ha venido cometiendo al explotar y abusar de sus contemporáneos, especialmente de los más pobres. Es admirable como decide dar la mitad de sus bienes (porque era rico) a los pobres y la ley de Moisés mandaba a devolver la totalidad de la suma robada y un quinto más; mientras que la ley romana mandaba que fuera el cuádruple de lo sustraído. Zaqueo no sólo estaba prometiendo cumplir con lo que mandaba la ley romana, sino que la mitad de su capital (ya que no todo era de deshonesta procedencia) estaba dispuesto a dar a los más necesitados. Sin duda, que ante la presencia del Divino Maestro, se sintió estimulado para dejar su mala vida y expresó su deseo de comenzar una vida en la justicia, en la honestidad, solidaridad y fraternidad. Esto le ganó esa sentencia que da Jesús, ante el murmullo condenador de sus acérrimos enemigos: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa" y agrega: "porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido". Es decir, Jesús justifica su proceder ante la actitud crítica de escribas y fariseos y condena su puritanismo que no es capaz de acercarse a aquel que anda extraviado y no puede alcanzar en medio de su pecado la salvación.
El encuentro de Jesús con Zaqueo fue para éste último un hecho liberador, sanador, que expresa dos cosas: Por una parte, deja ver que el ser humano que se acerca a Jesucristo, que mantiene un contacto frecuente con Él, que se hace su amigo, experimenta un cambio de vida, una transformación de su existencia. Quien se acerca a Dios sinceramente experimenta como algo de ese encuentro queda en su alma; como algo de Dios, ya sea su paz, amor, justicia, plenitud… lo mueve a ver la vida diferente y a no querer renunciar a esta nueva forma de situarse ante el mundo. Por otra parte, se puede percibir la paciencia de Dios con el pecador, la pedagogía divina que es capaz de hacer o escoger distintos caminos para lograr un cambio radical en el corazón humano y para que éste encuentre la felicidad plena.
Lo anecdótico del relato es que todos somos pecadores, que tú y yo compartimos la realidad del Zaqueo del evangelio y sólo con un encuentro real con Jesús de Nazaret nuestra vida experimentará un cambio; cambio que se debe notar en las obras que realizamos.
IDA Y RETORNO: Mañana comenzamos la Novena en honor a Nuestra Señora del Socorro de Valencia, patrona de toda la Arquidiócesis de Valencia y del Seminario que lleva su nombre. Que al venerar a la Madre de Dios y Madre nuestra, podamos imitar su ejemplo de fe, esperanza y sobre todo caridad. Celebremos con devoción y amor estas fiestas en honor a nuestra amada patrona y avivemos la devoción a ésta advocación tan nuestra. Que la Virgen del Socorro, interceda ante su Hijo Jesús, como en las bodas de Caná, por Venezuela y por cada uno de nuestros hogares, para que tengamos paz, progreso, unidad, alegría y sobre todo a Dios como centro de nuestras vidas.
El 13 de noviembre en el Estadio José Bernardo Pérez, como en años anteriores, se rendirá homenaje a la Virgen del Socorro.
Cfr. http://elimpulso.com/articulo/buena-nueva-alcahueteria-o-perdon#.UnZQGlNGZZg
Fotografía: Tomada del perfil facebookeano de JNF.
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