Nicomedes Febres
* Estos tiempos serán recordados como un monumento al disimulo nacional. Maduro, fue a China a pedir real, como el tipo que le dice al bodeguero: "portu, fíame hasta fin de mes", pero salió con las tablas en la cabeza. Mucho es el real que le debemos ya a los chinos. Fotos y sonrisas si, pero hizo turismo espiritual, recortó el viaje un día y no fue a NY. Los militares ni bola le paran. Les explotó el rollo del avión con cocaína y los presuntos implicados son gente de la Guardia Nacional y de alta graduación. Mi querida Marianella Salazar dice que lo tienen en salsa y que el alto mando se reunirá con Diosdado para sustituirlo ahora por Vielma Mora, antes que les estalle la crisis social, económica y política y tengan que reprimir. No hay manera de hacerlo sin que sea un golpe de Estado. Si a Diosdado lo nombran, como corresponde, el país arde por los cuatro costados, ni la mujer lo quiere. No hay manera tampoco de hacerlo sin meterse la lengua de supositorio y acudir al FMI. Lo primero que le dirá el FMI: "pana, me devalúas, subes el precio de la gasolina, me desmontas el discursito socialistón, plena democracia y elecciones claras." Llegamos al llegadero. Pero aunque provoque comer dulce de lechoza, prefiero evitar esa tentación. Hay que dialogar para resolver los problemas del país, debemos, por mucha indignación que nos provoquen estos muérganos, por mucho rencor válido que haya en nuestros corazones, primero está Venezuela. No es el momento de cobrar, es el momento de resolver, de apersonarse del problemón; pero que ellos asuman su barranco y paguen la cuenta de su borrachera. Hay que decirles:" No es que cuando el chino traiga la factura, te paras para ir al baño. Paga tu vaina antes de ir a orinar". Como dice el ciudadano. "no esta fácil". Ahora es el momento que Leopoldo debe volver a la televisión, a orientar, a entrevistar. El país necesita a sus mejores hombres para orientar la transición. Pese a las dificultades, pese a las tentaciones, dejemos que el pueblo se exprese el 8D. El resultado nos dirá la mejor vía de salir de este berenjenal que es culpa del difunto y sus malandros civiles y militares, pero el país es el nuestro. No oigan cantos de sirena ni digan tonterías.
* La foto del día es de Rómulo Betancourt, cuando fue presidente de la Junta de Gobierno en 1946, supervisando, metido viendo los problemas del pueblo. Políticos como él, por su olfato, su capacidad estratégica, son necesarios y no dudo que saldrán. Les agradezco que nadie me acuse de adeco porque lo insulto.
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