viernes, 6 de septiembre de 2013

LA PALABRA PARLAMENTARIA

Microfonía fantasmal (y breves preguntas sobre Zabayar)
Ox Armand

Una amiga que es diputada tuvo la ocurrencia de invitarme a una de las sesiones en vivo (nada que tenga que ver con ANTV) en el hemiciclo que antiguamente correspondía a la cámara baja del Congreso tan repleto de historias e historietas. Zanjó algunas diferencias con el personal de seguridad porque tal cosa necesitaba de la personal autorización del presidente de la Asamblea Nacional, pero gracias a que coincidía con la movilización de un grupo de oficialistas porque habría un punto en el llamado Orden del Día a tocar, fue posible, además de la presencia del embajador y  de sus relacionados, a punto de ser autorizado para su nuevo destino en esa sesión. No comentaré esa larga y ordinarísima sesión porque mis futuros seminaristas de Política Parlamentaria, un proyecto que he propuesto, tendrán que sudarse la camisa en jornadas parecidas y hasta peores a las que puedan entrar (cuyo informe valdrá el 60% de la nota, además del trabajo final y la asistencia). Lo que poderosamente me llamó la atención fue la inexistencia de micrófonos en las curules. En el propio palco me dijeron que desde los hechos de violencia “protagonizados por los diputados fascistas” (SIC), por el mes de abril del presente año, hubo que quitarlos. De tal manera que  quedan las bases que parecen el cañón corto de una siembra de revólveres  mirados desde el primer piso de los palcos, cuyas bocas son ideales como ceniceros. Y los parlamentarios que tienen por oficio principal parlamentar, antes que aprobar leyes porque tampoco no interpelan a nadie, deben esperar a que alguien les alcance uno de los pocos micrófonos móviles disponibles.

Salvo alguna obra de mantenimiento o reinstalación de los equipos de sonido que pocas veces molestó o incomodó en las sesiones plenarias, por cierto, una de ellas cuando inventaron el “hemiciclo electrónico” hacia 1997 y otra, en 2002, no ha faltado el micrófono individual en toda la historia parlamentaria venezolana, desde que se inventó. No hay ese micrófono individual en los parlamentos deliberadamente masivos, ocurriendo así en las denominadas democracias populares (léase Unión Soviética y relacionados), pero acá siempre los hubo.  Una vieja tesis de grado en la maestría de Historia de la UCV, hecha por el arquitecto Eugenio Díaz,  sobre el diseño y la administración de los hemiciclos del Senado y de Diputados en las décadas del ’50 y del ’60,  demostraba que a las aparatosas curules (organizadas de un modo algo cambiante por esos años, sin la disposición óptima que hoy tienen, es bueno reconocerlo) no falta el paral y su micrófono o la balita tan cómoda para el orador, al lado del teléfono, del cenicero (fumar era algo tan natural) y la pequeña cesta de basura. Ahora hay una útil laptop, aunque peligrosa por la decodificación inmediata de las claves, y esas bocas de cañones recortados que, a lo mejor, después del actual receso parlamentario, reparen. Valga acotar, el tesista supuso pero no exploró el uso de los primitivos megáfonos después de 1872, cuando Guzmán Blanco ideó el negocio de la construcción de  un complejo de oficinas como el Capitolio Federal, aunque con más jardinería que oficinas mismas para los tres poderes públicos.

Entonces, ¿cómo parlamentar hoy? Además, con quiénes parlamentar, porque si a alguien le falta diputados es al gobierno. Más todavía cuando habla, deja de hablar y habla de nuevo del ya famosísimo diputado 99, hecho para la habilitante. Pero al parecer deberá buscar también el 98 porque tiene a uno que se fue a la guerra en Siria. Adel El Zabayar, el suplente de un diputado principal que se fue a ejercer funciones de gobierno, Gil Barrios, sencilla expresamente no tiene suplente. Entonces hay que preguntarse: ¿está en Siria por apenas 15 días que faltan para terminar el receso parlamentario? ¿Va y viene cuando expresamente se le requiera? ¿Son unas cortas vacaciones de entrenamiento? ¿Es un puro aguaje del heroísmo que no derrocharía asimilándose a la Policía Nacional para enfrentar el malandraje criollo? ¿En verdad es una rebelión en la granja, importándole un pito la habilitante? ¿Con él no se podrá hablar en el parlamento? Es decir, ¿no se podrá parlamentar?

http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/16524-microfonia-fantasmal-y-breves-preguntas-sobre-zabayar

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