San Lucas, 2: 15-19
En su homilía de hoy, interactuando con la feligresía como acostumbre y luego de exhibir un corto sobre el Santuario de la Coromoto, el Padre Numa Molina (SJ) señaló la riqueza de las lecturas. Preguntó sobre la plenitud de los tiempos que refiere San Pablo, señalando que se produjo cuando Dios envió a los profetas, sin que se les hiciera caso: el mal no se puede erradicar, los profetas no son escuchados, la injusticia ha llegado al colmo, la religión no es viva y privan los más de seiscientos preceptos que lo ejemplifican aquellas discusiones inútiles sobre consumir un huevo que fue puesto por la gallina el día sábado. Otra plenitud de los tiempos, la muerte de Juan Bautista y Dios pone a caminar a Jesús, humano, hijo de mujer, no extraterrestre ni aparecido a través de un espectáculo repentino. Hambre, guerra, religión como camisa de fuerza. Hasta los neonazis tiene una capilla, hoy.
La ley fundamental es la del amor: a Dios y a los otros. Importante hijos de Dios, pero más que somos hermanos. Y le podemos llamar papá, paíto (como en el estado Lara). Antes se prohibía llamarlo por su nombre.
La fiesta de La Virgen de La Coromoto es la del recuerdo de una mujer, a la que también le hemos quitado esa dimensión humana. De los personajes que acuden a la pesebrera o caballeriza, por ejemplo, encontramos a los pastores. Estos son la última clase social, los excluídos, sabían poco de religión. Van a Belén, pobres, pequeños. María calla: dimensión de la vida mística. Medita. Ve lo que acontece en la historia y medita. Incondicional, se abandona en las manos de Dios. Valores marianos. Enseñanza de la oración en silencio.
Fotografía: LB (domingo, 11/09/11). Fiesta de la Vírgen de La Coromoto. El Padre Molina invitó e hizo más de la mitad de la misa con todas las mujeres presentes en la Iglesia.
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