jueves, 1 de septiembre de 2011

PRONTUARIO


El pasado de una ilusión
Luis Barragán


Recientemente, circula la meritoria compilación de Alfredo Ramos Jiménez: "La revolución bolivariana. El pasado de una ilusión" (La Hoja del Norte, Caracas, 2011). Afortunada selección de los trabajos antes publicados por la Revista Venezolana de Ciencia Política, rinde testimonio de una sobria preocupación en torno a la situación confrontada por nuestro país, haciéndose eco de la magnífica labor adelantada por el Centro de Investigaciones de Política Comparada (CIPCOM) de la ULA , a través de publicaciones concretas y palpables.

Doce autores de reconocida trayectoria académica, versan sobre los fundamentos de la llamada revolución bolivariana y sus transformaciones, el liderazgo y el populismo, el desgobierno económico y los círculos bolivarianos, los medios de comunicación social y los partidos políticos, el consenso continental y el golpe de Estado, siendo útil el apéndice documental. Hablamos de aproximaciones, criterios y categorías deslealmente competidos por aquellos de una abismal ligereza que suelen pontificar y dominar a la opinión pública, como si no fuese tan grave la experiencia padecida, en beneficio de la denominada antipolítica que todavía aparentemente preserva las fuerzas y energías que nos condujeron a esta orilla.

Para la coincidencia y discrepancia, la obra que reseñamos es de indispensable consulta y motivo para el debate contundente en las instancias decisivas de la oposición democrática, partidistas o no. Superar lo baladí equivale a agendar el fondo acaso imperceptible, descubriéndonos en la punta amable de un vistoso iceberg.

Incumbe no sólo por la claridad estratégica que pueda asomarse en la sucesión de coyunturas que nos aprisionan, sino por la propia concepción de una transición a la que podamos llegar con el mejor equipaje posible. Por más que resplandezca el gesto incinerado de las vanidades parlamentarias que hemos atestiguado, no es dado construir las pequeñas y grandes avenidas, los puentes y pasadizos hacia la otra Venezuela, sobre los pareceres repentinos, la improvisación sedicente, la efímera ocurrencia y el despliegue de una promesa de protagonismo que no repara en una realidad: pereceremos o nos salvaremos todos, aún el convencido liberal que no se adivina víctima de una epidemia.

A guisa de ilustración, queda sembrada la inquietud en la breve relación que hace Francisco García Samaniego, entre cultura política y medios de comunicación. Acaso, ¿ofrecemos una alternativa franca y reveladoramente democratizadora, capaz de superar - incluso - las condiciones que propiciaron la actual y particularísima hegemonía dizque gramsciana de la casta rentista en el poder?.

Título confesamente tomado de la celebérrima obra de François Furet, ha faltado en nuestro país un exhaustivo examen de las posturas que hoy se reclaman marxistas fondeadas desde un pasado también angustioso. La sola revelación de una adscripción, como la de Chávez Frías, deja intacta una tarea que la academia urgentemente ha de afrontar.

Finalmente, valga el reconocimiento a un venezolano excepcional como Ramos Jiménez. La suya es una empresa de la responsabilidad que agradecemos y conste que no tenemos vínculo personal alguno con él, a menos que lo sea (y también puede decirse que es), el del lector y el autor.

Fuente: http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/7129240.asp

No hay comentarios:

Publicar un comentario