viernes, 23 de septiembre de 2011

(DES) ATRAPAR


EL NACIONAL - SÁBADO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2011 OPINIÓN/6
A Tres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
"Carta a las izquierdas": comentarios
JAVIER BIARDEAU R.*

Leo con atención la "Carta a las izquierdas" de Boaventura de Sousa Santos, como un esfuerzo para salir de los bloqueos teóricos, históricos y estratégicos de los procesos de cambio social, económico, político y cultural, sobre todo cuando reciben el nombre de "revoluciones".

Y de entrada aparece un gran acuerdo cuando señala que el futuro para las izquierdas "no será una continuación lineal de su pasado".

Boaventura, indicas que cuando hay relaciones de dominación, este ideal se viene a pique: "algunos individuos o grupos satisfacen algunas de sus necesidades transformando a otros individuos o grupos en medios para sus fines.

El capitalismo no es la única fuente de dominación, aunque es una fuente importante". Las resonancias kantianas de esta afirmación pueden retrotraernos a los fundamentos de la modernidad occidental, aunque hay más de una perspectiva, colocando el acento en la necesidad de una crítica radical de las formas, estados, relaciones o momentos de la dominación social. Que el ser humano sea fin y no medio es un buen comienzo, pero preferiría insistir en la claridad de Marx en este tema, cuando señaló su imperativo: "Echar por tierra todas las relaciones en que el ser humano sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y despreciable".

(Marx; Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1943) Habrá que superar la acción cultural que refuerza el complejo colonial de la dependencia, superar el universalismo de aquella izquierda socialista o comunista que aún supone que cumple con una "misión civilizadora". No habrá ninguna "revolución socialista para el siglo XXI" sin pasar primero por un desprendimiento existencial, diríamos en lenguaje postizo, "semiótico", de toda la gramática, reglas y códigos instalados por la larga sedimentación histórico-cultural del discurso colonial-moderno, incluida la gramática "modernizante" y "desarrollista" presente en el "socialismo y comunismo oficial".

No hay superioridad omnilateral de Occidente, no hay una trayectoria única posible y deseable de evolución histórica, como se ha desarrollado en el capitalismo de Europa o de Estados Unidos, no hay un único modelo de convergencia hacia el Progreso o hacia la Civilización en mayúscula.

Redefinir el socialismo y la izquierda pasa hoy por reconocer un "universal depositario de todo lo particular, depositario de todos los particulares, profundización y coexistencia de todos los particulares", implica reconocer el papel de los "perros guardianes del colonialismo": No será casual que, en gran medida, esta agresividad revolucionaria sea calificada de "terrorista" por occidente. La pregunta es si reconociendo esto: ¿puede el capitalismo ser reformado con el fin de mejorar la suerte de los dominados o esto sólo es posible más allá del capitalismo? no será necesario incorporar no sólo el horizonte poscapitalista, sino el horizonte poscolonialista.

Es obvio, entonces que la lucha social por la emancipación no debe ser conducida sólo por criterios de una clase (la clase obrera), sino por diferentes clases, grupos, etnias, pueblos y naciones que han sido explotados, dominados y oprimidos.

Pregunta Boaventura de Sousa: ¿Debe llevarse a cabo dentro de las instituciones democráticas o fuera de ellas? Obviamente, dentro de un horizonte de revolución democrática, y no sólo desde las instituciones democráticas liberales hoy hegemónicas. Y te preguntas: ¿El Estado, en sí mismo, es una relación de dominación o puede ser movilizado para combatir las relaciones de dominación? Aquí hay una tópica muy especial de la argumentación que debe ser desenmascarada: el Estado posee severos límites para llevar hasta la raíz una lucha para combatir las relaciones de dominación; la "transición paradigmática" pasa justamente por amputar los peores lados de este mal con figuras de "democracia de alta intensidad". Pero el Estado no es ni un mal necesario ni inevitable. Pensar más allá de la forma/Estado, sigue siendo tarea fundamental para superar el bloqueo histórico y estratégico de las izquierdas.

*UCV

No hay comentarios:

Publicar un comentario