domingo, 4 de septiembre de 2011
TESAURO
Palabras en El Buscón
Francisco Javier Pérez
Como un regalo, la librería El Buscón, que está ubicada en el Trasnocho Cultural, en Las Mercedes, abrió sus puertas un buen día del fatídico año 2003.
En medio de una situación de precariedad creciente en el comercio del libro, vino a ofrecer esperanzas a lectores comunes y especializados, a estudiosos de toda calificación y a cultores y coleccionistas del libro.
Meta, hoy cumplida, que dio un aire fresco al mercado del libro y abrió nuevas posibilidades a la vida librera de la ciudad.
Imprimir Comentarios (0) email Facebook RSS Fue y sigue siendo un espacio privilegiado para los afectos hacia el libro y la literatura y fue y sigue siendo un refugio para la cultura de la palabra. La librería se hizo el lugar de referencia más buscado para los festejos ciudadanos del libro.
Toda edición que se respete debería tener allí su bautizo y por ello, en muy poco tiempo, el calendario de presentaciones en El Buscón se hizo asunto de complejas cronologías.
Una de sus magias fue y sigue siendo la fecunda simbiosis allí creada entre los libros viejos y los nuevos, entre los volúmenes tonsurados y los vírgenes, entre las piezas intonsas y las ya desgastadas. Librería de buenas ocasiones, así lo ha sido para los hallazgos de criaturas olvidadas y para especies ganadas por el celo de bibliotecas y bibliotecarios. El Buscón, de esta suerte, deviene librería de viejo y biblioteca de rarezas.
Quevediana y buscadora, su fundadora, la magnífica Katyna Henríquez Consalvi ha sido artífice de este prodigio y espléndida benefactora de todo el trasiego de cultura, literatura y arte que transcurre por los escatimados solares de la librería.
Es tradición que los libreros confeccionen sus catálogos parsimoniosos y sus registros detallados de lo pasado por sus manos amorosas.
Verbo y gracia, el afamado Manual del librero his- panoamericano de Palau y Dulcet, el mayor erudito español del libro no español.
Quiero decir, que los libreros también escriben libros.
Katyna, consecuente con su parentela libresca, ha escrito el suyo, a modo de memorias de su bello local, pero esta vez para registrar los libros que se han presentado allí en acto público y los textos que se han leído para conmemorar la ocasión y llenar a los recién nacidos de buenos augurios. Es este el inteligente motivo de Las palabras de El Buscón (Equinoccio/ El Buscón, 2011), compilado por la librera amiga de los libros y de todos los amigos de los libros.
Volumen precioso, da cuenta de la actividad editorial nacional durante los primeros seis años de funcionamiento de El Buscón (2003-2009) y, por ello, es ya documento de primer orden para reconstruirla en cualidades y modales, formas en que la producción del libro venezolano se ha desarrollado en años de bonanza y de depresión. Lo mejor escrito y lo mejor presentado queda recogido en este libro de colección, con el que, además, se inaugura un género nuevo en nuestros tratos editoriales. Este libro reivindica el papel muchas veces ingrato del presentador, haciendo que las piezas leídas en estos actos, generalmente poco atendidas con el respeto o la veneración que merecerían, vuelvan a brillar como en su primera ocasión y puedan, al fin, ocupar el lugar que tienen en la navegación de los libros primeros.
Su experiencia lectora será un auténtico banquete.
Fuente: http://prodavinci.com/2011/08/10/actualidad/palabras-en-el-buscon-por-francisco-javier-perez/
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