viernes, 23 de septiembre de 2011

TODAVÍA EN LA CARRACA

EL NACIONAL - SÁBADO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2011 PAPEL LITERARIO/2
En torno a la identidad secreta de Francisco de Miranda
Chocrón en su libro La identidad secreta de Francisco de Miranda introduce una propuesta novedosa y atrayente: el posible origen judío de Miranda (...) Chocrón basa su propuesta en varios argumentos en apoyo de su tesis
ABRAHAM LEVY BENSHIMOL

Francisco de Miranda es probablemente el venezolano más universal. Su vida está llena de numerosas e interesantes aventuras que este caraqueño protagonizó en los Estados Unidos, Francia, Rusia, Inglaterra, Venezuela y otros lugares del mundo. Hijo de la Ilustración, se tuteó con múltiples personalidades de su época con la gallardía y encanto de un criollo.

Sobre el Precursor de la Independencia se han escrito muchas obras que analizan con propiedad su vida, pensamiento y legado. Recientemente José Chocrón Cohén en su libro La identidad secreta de Francisco de Miranda introduce una propuesta novedosa y atrayente: el posible origen judío de Miranda.

La expulsión de los judíos de España en 1492 (el mismo año del descubrimiento de América por Cristóbal Colón) los dispersó por la cuenca mediterránea y otras latitudes. Existen pruebas que confirman la presencia de judíos en América ya desde los viajes de Colón. La Corona española no solo prohibió a los judíos vivir en España, sino que extendió tal prohibición a sus colonias. No obstante, los judíos sefardíes en muchos casos lograron burlar las disposiciones restrictivas de la metrópoli y se asentaron en diferentes lugares de los vastos territorios americanos recién descubiertos. En su mayoría eran marranos, término que los define como judíos que aparentaban ser cristianos, pero mantenían oculto su apego a la antigua fe mosaica de sus antepasados. Justamente, a causa de este permanente ocultamiento, y al frecuente cambio de sus nombres por temor a la Inquisición, se hace muy difícil rastrear a estos criptojudíos; de allí la ardua tarea emprendida por José Chocrón en su intento de probar el posible origen judío de Francisco de Miranda.

Chocrón basa su propuesta en varios argumentos en apoyo de su tesis: tanto el apellido materno como el paterno de Miranda poseen una clara connotación judeo-sefardí.

Existen además algunos pueblos en España que llevan por nombre Miranda en los que hubo asentamientos judíos.

Por otra parte, el autor atribuye la animadversión de los mantuanos caraqueños contra el padre de Miranda no a su origen humilde, sino más bien a que Sebastián Miranda no poseía "sangre limpia", temida acusación relacionada con la presencia de antepasados judíos. Esta hipótesis se refuerza, pues el propio Francisco de Miranda, muy joven aún, tuvo que presentar en España las pruebas de "sangre limpia" de sus antepasados para poder ingresar a la milicia real. Es bien sabido que tales pruebas se podían comprar, y de hecho, muchas familias españolas "limpiaron" su pasado judío de esta manera.

A lo largo del libro, su autor hace uso del Diario que Miranda llevaba con toda regularidad para dar a conocer los distintos encuentros de éste con personas judías en las muchas ciudades que fue visitando. En este sentido, es muy significativo que, a la llegada de Miranda a Ámsterdam, se interese en visitar de inmediato dos sinagogas: la alemana y la portuguesa. ¿Por qué ese interés, justo al inicio del Shabat, el día más sagrado para los judíos? El libro posee un valor adicional, en sus páginas se da a conocer la situación de los judíos en Europa al momento de los viajes de Miranda. Esto permite que el lector conozca lo ocurrido con los judíos durante la época del Despotismo Ilustrado. También se incluye la información referente al proceso de emancipación de los judíos en los distintos países europeos.

La escritura empleada es florida y de fácil lectura. Su publicación adquiere especial relevancia por ver la luz en ocasión del Bicentenario de nuestra Independencia. La amplia bibliografía consultada da fe de la meticulosa revisión llevada a cabo por el autor en su afanosa búsqueda de cualquier información significativa sobre la vida de Francisco de Miranda que le permita relacionarla con la idea central de la obra: el posible origen judío de Francisco de Miranda.

Aunque no se presentan pruebas contundentes al respecto, este libro mueve a la reflexión, acumula datos, revisa el interés de Miranda, como mero viajero, por lo judío, y plantea una propuesta válida en torno a la identidad secreta de Francisco de Miranda. No se trata de certezas irrebatibles, pero sí de argumentos convincentes. Es el turno para que otros historiadores y expertos en el tema opinen. El debate queda abierto.

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