EL NACIONAL - Miércoles 03 de Agosto de 2011 Opinión/8
Miradas múltiples para el diálogo
Encontrar una senda
"Occidente, en su arrogancia, adora mostrar como un absoluto su libertad de expresión, de prensa y de pensamiento; ello es envidiable en efecto, pero en absoluto incondicionado, desde el mismo punto de partida".
Régis Debray: L’intellectuel face aux tribus, p. 39
RIGOBERTO LANZ
Cada aniversario de El Nacional es una excelente ocasión para alzar el vuelo y mirar el horizonte por donde se están moviendo y han de moverse las tendencias que marcarán los rumbos del periodismo de gran nivel. Panfletos impresos en rotativas existirán por un buen rato. Pliegos y más pliegos repletos de publicidad y pésimas notas de prensa (anacrónicas y mal escritas) tendremos por un tiempo (desafortunadamente). En esa jungla sobrevivirán los proyectos editoriales que mejor sintonicen con los climas culturales de la sociedad del conocimiento, con la complejidad de la multitud emergente, con la diversidad cultural en expansión, con las tribus urbanas que inventan su propio lenguaje, con la democracia real que va horadando las telarañas burocráticas del viejo Estado, con la nueva sensibilidad que eclosiona por las rendijas de la sociedad posmoderna, con la preeminencia del nomadismo virtual por encima de la materialidad de las prácticas. Para esa sociedad que se nos viene encima hará falta otro periodismo. ¿Cuán cerca estamos para no perder el tren? La clave sigue siendo la capacidad de un medio para ser lugar de convergencia, es decir, un ámbito propiciador de la multiplicidad, espacio de síntesis de lo diverso. Aquellos medios que son órganos de expresión de intereses corporativos no son para nada de interés para los ciudadanos que buscan otra cosa en un periódico. Medios que son vocería de agrupamientos de cualquier tipo carecen de interés para la gente que vive saturada de los juegos de poder que no son los suyos. Cuando un ciudadano se para frente a un clásico puesto de periódicos y tiene frente a sí aquella inmensa variedad de opciones, termina decidiendo y adquiere un ejemplar. ¿Qué lo llevó a esa decisión? ¿Por qué se lleva éste y no aquel periódico? Parece claro que el lector promedio de diarios no acude al puesto de revista buscando conocer la opinión del empresario que es dueño de ese medio. Es bastante probable que ni siquiera sepa quién está detrás de cada grupo editorial.
Tampoco es muy obvio que ese lector adquiera su ejemplar porque tiene un gran interés por conocer lo que dice tal o cual periodista en el reportaje sobre cualquier evento. Por allí no va la cosa. La pregunta sigue abierta: ¿por qué nuestro lector imaginario elige éste y no aquel periódico? Acudamos entonces a una investigación de campo. En estos días me lo propuse expresamente. Me ubiqué estratégicamente (6:00 am) en un puesto muy concurrido de Caracas y, mientras revisaba mi periódico, le preguntaba a la gente: ¿Por qué te llevas ese? ¿Comprarías otro? Un trabajador de la construcción que es asiduo del lugar tenía su Meridiano: "Allí veo los deportes". El chofer de una cava de pescadería, con su Últimas Noticias: "Lo compro todos los días". Un tipo formalmente vestido, con su Universal: "En mi casa se lee éste desde que estaba chiquito". Una señora muy distinguida desde su carro con su El Nacional : "Es lo mejor". Cuando intentaba abordar al próximo comprador, se me adelantó: "¿Usted es Rigoberto Lanz?".
Sí, claro, respondí como si nada. "Yo lo leo todos los domingos, profe". Se trataba de un joven universitario que viene de Charallave todos los días y que es asiduo de A Tres Manos.
La pregunta sigue abierta: ¿por qué se elige un periódico? La gente buscará cada vez menos "noticias" en los periódicos. Los nuevos proveedores han ganado esta carrera.
El Nacional será seleccionado entre pilones de papel por la calidad de su oferta, por el buen gusto de su hechura, por la altura de cada presentación, por el aporte que se hace para comprender lo que ocurre, por la amplitud de miras de su perfil, por la imagen que transmite de un medio comprometido con horizontes trascendentes.
Es una búsqueda constante... nadie dijo que es sencillo.
Mientras tanto, palabras de aliento para tanta gente que cree en su trabajo.
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