martes, 30 de agosto de 2011

Y - ADEMÁS - COTIDIANA


NOTITARDE, Valencia,28 de Agosto de 2011
Jesús anuncia su pascua (Mt. 16, 21-27)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

La narración del evangelio de hoy es continuación del domingo anterior. En esta ocasión Jesús anuncia su pasión, muerte y resurrección delante de sus discípulos. El texto de hoy tiene tres partes. La primera, Jesús luego de la profesión de fe de Pedro y de pedirles a sus apóstoles que no dijeran a nadie que Él era el Mesías, les anuncia su pasión, su muerte redentora y resurrección al tercer día. Es decir, entregar su vida por la salvación de toda la humanidad, para rescatar a los hombres del pecado y de la muerte eterna, para ofertar vida eterna y felicidad perpetua. Para esto Él vino al mundo y es el momento culminante de su misión. Por eso, la segunda parte del evangelio nos presenta nuevamente a Pedro, que pone aparte al Señor y quiere persuadirlo de su misión, de no cometer la "locura" de entregarse a las autoridades judías para que lo ejecuten; pero Pedro todavía no está claro de lo que Jesús viene a realizar y la forma como lo hará. No será a través de un mesianismo triunfalista, a través de la guerra contra el imperio romano, sino por el camino de la ignominia, en el cumplimiento de las profecías de Isaías que Jesús hará presente su mesianismo. Pedro, como los demás apóstoles esperaban y creían en la llegada de un mesías político, guerrero, que acabaría con los enemigos de Israel; por eso, el apóstol no entiende las palabras de su Maestro, no logra entender que el camino es otro; apenas está iniciando su cambio de mentalidad. Jesús le acaba de cambiar el nombre y le da una nueva identidad y esto no es solamente nominal, sino realmente una renovación, que pasa por la renovación de la mente y de toda la vida. Seguir a Cristo es emprender un nuevo camino, una manera distinta de pensar, sentir y actuar. Implica una conversión radical de la existencia, de la manera de vivir, diferente al resto del mundo que se mueve por el poder, tener y el placer. De aquí, que Jesús reprenda a Pedro, como buen Maestro lo educa, hace que saque afuera su humanidad, sus antiguas formas de ser y lo va formando, conduciendo para que esté a la altura de la nueva misión que le ha encomendado; el de ser cabeza visible de su Iglesia, pero para esto tiene que purificarse de su vida pasada, de sus antiguas estructuras y, por eso, le dice "detrás de mí Satanás"; expresión dura que tiene un doble significado: Primero, advertir a Pedro que el demonio siempre quiere impedir el proyecto de Dios, el plan de salvación que Dios tiene para toda la humanidad; que una de las cosas que tiene que cambiar el creyente y estar prevenido es la de no pensar ni actuar como actúa uno que no sea de Cristo, que no viva en Dios. En segundo lugar, el decir "detrás de mí", significa que Jesús le está diciendo a Pedro, te toca ser discípulo, siempre estarás en la Escuela del Mesías, no por ser el líder de la comunidad no dejas de ser discípulo; seguimos a un solo Mesías y Señor y el cristiano necesita entender que para cumplir y ser fiel a la misión que Dios nos pide tenemos que aprender a ser discípulos, estar a los pies del Maestro, escuchando sus palabras, viendo su ejemplo, siguiendo sus enseñanzas. Quien quiera emprender otro camino fuera de Cristo se extravía, se confunde y pone en riesgo la misión; quien camina en Cristo asegura sus pasos y encuentra la vía que conduce a la felicidad plena.
La tercera parte del evangelio, precisamente, Jesús hace una exhortación a seguirle con radicalidad, no sólo en los momentos de alegría, de triunfos, de glorias, de honores, sino cuando llegan las cruces cotidianas, las adversidades, los momentos difíciles, las crisis, las tentaciones; es allí donde debe ser perseverante quien ha decidido seguir al Señor. No sólo estamos llamados a seguir al Cristo de la Gloria, sino al Cristo de la Pasión, del Viernes Santo. No como masoquistas o como quien quiere vivir en el dolor, sino conscientes también que el dolor, el fracaso, las caídas, los momentos adversos forman parte del camino cristiano y quien sabe buscar a Dios en esos momentos y permanecer en Él triunfa y es capaz de superar las dificultades
Pidamos al Señor que nos ayude a llevar nuestra cruz cotidiana, sabiendo que al final alcanzaremos la gloria, teniendo presente que la meta no es dolor, sino la vida sin fin y la misma vida de Cristo es el ejemplo, pero hay que aceptar la cruz e ir detrás del Señor, para alcanzar la vida auténtica. Que Él nos ayude a seguirle, pues seguirle es tener fe en Él, creerle a Él.
IDA Y RETORNO: Quiero agradecer en este espacio a los lectores que domingo a domingo leen esta columna; agradecerles su apoyo y motivación. Agradecer al Diario Notitarde, su directiva y todo su personal por permitir que la Palabra de Dios se difunda por este medio y haga mucho bien a tantas personas, sobre todo en la Venezuela de hoy que necesita de valores, de virtudes y sobre todo de Dios que nos guía y nos bendice. Aprovecho para felicitar a Notitarde que recientemente cumplió un Aniversario más de su fundación. Que sigan los logros y que Dios nos bendiga con sus dones.

Ilustración: Pablo Picasso, "Almuerzo en la hierba".

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