lunes, 10 de enero de 2011

un chirico






EL NACIONAL - Lunes 10 de Enero de 2011 Opinión/7
Libros: Alberto Savinio
NELSON RIVERA


La encuentro en la página 256, colocada allí para hacer sentir su condición prosaica: Manchas. Luego de varias decenas de páginas de consuetudinario regocijo, donde se han acumulado reflexiones sobre el germanismo, sobre el infinito, sobre la inteligencia o sobre Juana de Arco, de repente, nos topamos con la palabra Manchas, como si Alberto Savinio jugase también a "manchar" la lectura, es decir, como si nos recordase de pronto que la vida tiene algo de lucha con todo aquello que la mancha.

Cuenta en esa entrada, que ha recibido Y de pronto anochece, el libro del poeta Salvatore Quasimodo. Elogia la levedad de sus versos. Hasta que se encuentra en alguna parte con una mancha en una de sus páginas. Savinio explica el lugar y la forma de esa presencia. Habla de ella como una "llaga en el papel". Comenta los poemas de esa página en particular y de los que están en su reverso. De allí deriva hacia los sufrimientos de mundo. "Se me aparecen manchas por todas partes. Manchas en las personas, manchas en las cosas, manchas en la vida, manchas en el mundo. Manchas en la primavera, manchas en las flores, manchas en la taza, manchas en el vino, manchas en la concha marina, manchas en su madre la piedra y en su padre el mar albeante, manchas en la mente de los niños, manchas en la maravilla misma".

Savinio es el seudónimo de Andrea de Chirico (18911952), músico, pintor (como su hermano Giorgio de Chirico), viajero, lector desmesurado, narrador y ensayista.

Un hombre multidisciplinar.

Un cosmopolita en ejercicio, que se dio el lujo de escribir una enciclopedia a su gusto, personalísima, lo que, quiérase o no, denuncia el empeño canónico y antiguo de los tratadistas, de producir un gran libro capaz de abarcar el mundo.

La Nueva enciclopedia (Editorial El Acantilado, España, 2010) es un gesto de una personalidad azuzada por el deseo de ratificarse, de mostrarse enfática ante los lectores.

Alrededor de 200 entradas la componen. Va de la A de Abatino, que era el nombre del esposo de la cantante Josephine Baker, hasta la Z de zoografía.

Que se nos presente bajo la secuencia de un abecedario, no es lo más relevante. Si hubiese sido ordenado de acuerdo con la fecha en que fueron escritas, por ejemplo, la diferencia al momento de leerla no hubiese sido considerable, porque lo que Savinio hace, en lo fundamental, es conversar.

Le conversa al lector en tonalidad varia. Le hace guiños. Le muestra su modo de pensar.

¿Qué interés guarda esto para el lector? El del sujeto irreducible, moderno capaz de construir un universo propio, en el que, fundado en la premisa de la autonomía, va tejiendo un pensamiento propio sobre aquello que le inquieta, que lo llama a tomar una posición. El libro de un ciudadano.


Ilustración: http://blogs.lne.es/luismariaalonso/2010/03/18/suma-personal/

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