miércoles, 26 de enero de 2011

lincoln uno



La Torre Lincoln (avenida Lincoln, Caracas), presumimos, data de los muy tempranos setenta, muy posteriormente remodelada. Por ahora, desconocemos el nombre del (re) arquitecto, tanto como el del autor del mural que se halla en uno de los pasillos de acceso. Presumimos que es Jesús Soto.

Lo cierto es, de un lado, la existencia inadvertida de obras artísticas regadas por la ciudad capital. Acaso, no las hemos (re) descubierto como el patrimonio de la vida personal y ciudadana, tránsito inevitable que va más allá de la inmediatez y pesadumbre de los problemas.

Igualmente, por otro, la muestra es una interrogación en torno al mantenimiento de las obras públicas. En verdad, no tiene las fracturas padecidas - por ejemplo - en la estación de Chacaíto del metro de Chacaíto, pero el polvo acumulado y el anonimato mismo es decidor.

Y, por último, quizá la costumbre lleva al olvido. El mural se encuentra en el seno de la propia intimidad hasta que lo obvio necesita evidenciarse, entre peatones, paseantes y trabajadores que concurren al lugar en la actual inimitado.

La otra historia de la calle Lincoln

LB

Fotografía: LB, Torre Lincoln, Caracas (25/01/11)

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