jueves, 6 de enero de 2011

¿somos cultos?



EL IMPULSO, Barquisimeto, 5 de Enero de 2011
Cultura de la paz
Pedro D. Túa

La cultura de la paz se refiere a la promoción de aquellos instrumentos utilizados con la finalidad de disminuir el grado de conflictividad y discriminación existentes en el mundo.

La necesidad de promoverla es directamente proporcional a la necesidad de disminuir la actitud adversarial predominante en la evolución humana, además de sus catastróficas consecuencias.

Como toda ciencia, el estudio de estos instrumentos está constituido por las fuentes teóricas y filosóficas, las cuales se relacionan básicamente con la promoción de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad, colocando en primer plano los derechos humanos, el rechazo a la violencia en todas sus expresiones y el reconocimiento de principios como libertad, justicia, solidaridad y tolerancia.

Institucionalmente, el movimiento por la cultura de la paz encuentra asidero en la Declaración y Plan de Acción para una Cultura de Paz, la cual fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidad el 13 de septiembre de 1999.
Dicha declaración se traduce en acciones concretas al promover: la educación para la paz con la aplicación de programas sobre medios alternos para la resolución de conflictos en los centros académicos, además de propiciar el fortaleciendo del núcleo familiar, la lucha contra toda forma de discriminación, la promoción y práctica de los principios democráticos en todos los ámbitos de la sociedad y la erradicación de la pobreza.

Entre las estrategias y acciones para lograr el desarrollo de una educación para la paz, los derechos humanos y la democracia es indispensable fortalecer considerablemente los programas de lectura, escritura y de expresión oral y escrita.
El dominio de la lectura, la escritura y la palabra capacita al ciudadano para acceder a la información y le permite comprender claramente la situación en que se encuentra, expresar sus necesidades y participar en actividades en el medio social. Del mismo modo, el aprendizaje de lenguas extranjeras permite llegar a una comprensión más cabal de otras culturas, base de un mejor entendimiento entre las comunidades y las naciones.

En nuestro país, específicamente en la ciudad de Barquisimeto, en sintonía con los grandes centros de altos estudios relacionados con los medios alternos de resolución de conflictos a nivel internacional, existe el Centro de Resolución de Conflictos del Colegio de Abogados del estado Lara, el cual funge como eje fundamental en la promoción de la cultura de la paz, la negociación, la mediación, el arbitraje y la conciliación.

Como bien lo han establecido las más importantes declaraciones sobre el fomento de la cultura de la paz, la educación es el elemento clave para lograrlo con éxito. Hace falta plantearnos algunos cuestionamientos para entender el alcance de su aprovechamiento ¿Por qué no promover la cultura de la paz? ¿Qué ganaríamos utilizando medios alternos como la mediación o la conciliación en la resolución de nuestros conflictos sociales?

No será fácil disminuir el grado de conflictividad existente hoy día por cuanto se ha convertido en un negocio muy lucrativo desde muchos puntos de vistas. Hace falta un cambio de paradigmas, una mutación de la conciencia universal para lograr un mundo mejor a través del dialogo y el respecto, al saber escuchar a los demás sin vulnerar sus razones.

La educación recibida en los centros de estudios académicos primarios, secundarios y universitarios es fundamental. Sin embargo, aquella recibida en el hogar en primordial por cuanto inculca en los niños la conducta que desarrollaran en el futuro. Un hogar violento, carente de valores, dispendioso, donde no existan espacios para el dialogo, probablemente torcerá la conducta positiva que sus pequeños miembros puedan desarrollar en un futuro. Sí en realidad existe la necesidad de reducir la violencia y la conducta adversarial en el mundo de hoy, entonces debemos asimilar el hecho del sacrificio presente para el beneficio futuro, el cual redunda en poner cada uno nuestro granito de arena en ser mejores ciudadanos y mejores personas siendo en definitiva la materia prima de la cual se alimenta la justicia de paz.


Ilustración:
http://www.carlosjuan.net/mision_paz.jpg

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