martes, 17 de agosto de 2010

garganta profunda


De uno a otro megáfono
Luis Barragán


La oferta supuestamente informal de los libros, a veces generosa para el insigne cazador de viejos títulos, como ocurre en las inmediaciones de la caraqueña avenida Fuerzas Armadas (o, mejor, en el subterráneo del puente), ofrece otras piezas inadvertidas de interés – acaso – superior al mismo ejemplar que se ofrece. Escondidos en las propias páginas que nos disponemos a adquirir (u otras que abandonamos, cumpliendo con la muy disimulada mudanza), en el libérrimo mercado de las letras que - al mismo tiempo - sufre de nuestra crisis editorial y celebra el estricto control de cambio, emergen testimonios de valía.

Meses atrás, hallamos unos versos traspapelados de Erwin Burguera, cuya obra principalmente se encuentra en los diarios de debate de la cámara de Diputados del otrora y vilipendiado Congreso de la República, por aquellos años que lucen ahora muy remotos. Extraña circunstancia para un versificador oportuno, espontáneo y jocoso, en medio de un parlamento que, para asombro de las más recientes generaciones, fue tan plural y complejo como la sociedad venezolana que hoy no encuentra cupo en el concierto de las curules maniqueas y sectarias de la Asamblea Nacional.

Burguera representó a las fuerzas perejimenistas de los setenta y, en medio de los muy elocuentes líderes políticos, en el despliegue de sus naturales estrategias y maniobras de discusión, decidió emplear a fondo un indudable talento para la poesía humorística. Así, por más difícil y sobria que fuese la polémica diputacional, incluyendo la privilegiada atención prestada por los medios de comunicación social a voceros de otros partidos más acerados en la lid, aquél supo llamar la atención, fijar posturas muy severas, a través de una magnífica ironía. Sin embargo, que sepamos, no hay imprenta alguna que, teniendo por rara fuente las solemnes actas congresionales, haya divulgado completamente los aportes de un orador atípicamente público.

Infructuosamente, intentamos indagar más sobre el actor que igualmente lo fue del historial - acentuemos – republicano contemporáneo, por cierto, extraviado a favor de otros de los que se tienen un mayor conocimiento, más por las relaciones personales y políticas que les permitieron editar que por la calidad de sus rimas. En realidad, son varios los extravíos que se convierten en hallazgos (y viceversa), aconsejables para la captura de muchos tesistas que día a día reinventan el agua tibia.

Valga la acotación, no tuvimos éxito con el "Diccionario venezolano del político y parlamentario" de Emilio Calvo Baca (Calvin, Caracaas, 1983), útil para la investigación de las ideas políticas más o menos recientes. Creímos encontrar una referencia biográfica de Burguera, pero redescubrimos un elenco de voces que indexan muy bien los temas por entonces en boga.

Y es que tan particular megáfono, propio de aquellos tiempos de multiplicidad política en el hemiciclo, contrasta con el que literalmente se ha visto obligada a utilizar la diputada Pastora Medina en la reciente sesión de una instancia que se dijo la más participativa y protagónica de todas. Por ejemplo, el caso de Pudreval (o Putreval), rechazada la discusión nueve veces por los unicamerales, ha cedido el paso para las otras consignas del libreto oficialista, incluyendo la denostación del Cardenal Urosa, quien finalmente fue al Capitolio a una reunión cerrada o privatizada, negada a la inquietud de los que recibieron la línea de su cuestionamiento, aunque – luego - Fidel Castro se encargó de ratificar sus señalamientos en torno al comunismo.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/5397-de-uno-a-otro-megafono

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