martes, 10 de agosto de 2010

por un lado.....


La comicidad de un estallido
Luis Barragán


Procurando un neto efecto en la política doméstica, Chávez Frías melodramatizó la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia que, a la vez, le permitiera evadir toda investigación, discusión o – acaso – supervisión de las bases guerrilleras que se encuentran en territorio venezolano. Dijo detener el severo y nada novedoso señalamiento de Uribe Velez, cuyas consecuencias todavía prometen escenarios más difíciles, hasta deslizar el estallido teatral hacia la normalización de las relaciones, ahora bajo el pretexto de encontrarse con otro mandatario neogranadino, ayer objeto de los dardos aún más afilados.

Nada inédito el percance, quizá obligado por determinados factores que ejercen peso en el seno del gobierno (¿la Fuerza Armada Bolivariana?), a fuerza de mero instinto de supervivencia, asistimos al día que no ahorra denostación alguna para transitar el siguiente probando toda suerte de halagos. Reiterada y caprichosa práctica, más afín al temperamento personal del presidente de un humor de tan mal gusto, debe tener algún soporte más serio en el natural cálculo de posiciones que no puede dispensar nuestra cancillería. Y, por ello, no luce descabellada la idea de una escena cómica de pretendida indignación que tenga por libreto lo que dicta la hábil y competente cancillería cubana capaz de entenderse con Bogotá, a la vez de manejar aquellos elementos de perturbación y amenaza por la vía venezolana, como las guerrillas.

Los comentaristas de planta del oficialismo radiotelevisivo, viran con discreción en la interpretación de las arbitrarias maniobras del celebrado comandante-presidente. Saben perfectamente provisional cierto manejo del lenguaje, porque aquellos persistieron (y persistirán hasta nuevo aviso) en las “retenciones”, mientras que el propietario de Miraflores hace un lance al solicitar la liberación de todos los “secuestrados” por la FARC.

La aparente espontaneidad de posturas, ciertamente díscolas en el modo de concebirlas y plantearlas, no se entiende sin una precisa y profunda elaboración diplomática, por lo que es otro el guionista y no el minpopo Maduro. Por lo demás, probado en más de 50 años, la sobrevivencia de la dictadura cubana (aún con Raúl, Ramiro u otro de los jefes militares que después la reclamen como suya), está por encima de los intereses de otros regímenes, por afines que sean, aunque suponemos que los “situacionales” caribeños trabajan por hipótesis como la de una futura coexistencia con un gobierno postchavista, aparentemente imposible.

Fuente:
http://www.notivargas.org/columnistas/13352-luis-barragan--la-comicidad-de-un-estallido.html
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=681148
Ilustración:
Juan Cañas para un artículo de Alfredo Toro Hardy sobre el "efecto bunker" (El Globo, Caracas, 22/06/92)

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