martes, 3 de agosto de 2010
codicia
En su homilía, el Padre Daniel Loureiro, se refirió a las tres lecturas del día de hoy, las cuales podemos sintetizarlas en una sola palabra: “Avaricia”. En la primera de ellas, Eclesiastés (se refiere al Rey Salomón) dice que todas las cosas son vana ilusión, y haciendo todo por avaricia veremos que al final dejarás todo a otro que no lo trabajó. Asimismo el Apóstol San Pablo a los Colosenses dice: “Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra”. La avaricia es una forma de Idolatría, por eso, el apóstol dice al término de su carta: no hay distinción, todos somos iguales, todos somos hermanos, no pueden separarnos motivos políticos, ni de ninguna índole.
La Palabra de Jesucristo también indica: “Eviten toda clase de avaricia” la vida del hombre no depende de los bienes que posea. Acumular riquezas sin estar pendiente del obrero, el necesitado, y solamente vivir para sumar dólares, bolívares de manera desmedida, sin evaluar las consecuencias, no nos dará la felicidad; ciertamente se debe ahorrar. Para vivir bien, a pesar de los tiempos difíciles para lograrlo, evitando la avaricia, entendiendo como dice el Apóstol Pablo: que la vida del hombre no depende de su riqueza terrenal sino de aquella que pone en su corazón todos los bienes del cielo.
Imagen: http://www.rachelbaum.com/paintings_abstract_sq/lg_fire.jpg
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