martes, 10 de agosto de 2010
vegas, sumariador
Sumario de un crimen
"Siempre he soñado con escribir una novela en la cual yo no tenga que escribir nada".
Federico Vegas calcula que su próxima novela iría sobre un supuesto psiquiatra que trató al pintor Armando Reverón (OSWER DÍAZ)
Nadie sabe si en noviembre de este año habrá actos conmemorativos por los 60 años de la muerte de Carlos Delgado Chalbaud. Lo que sí es cierto es que, sin proponérselo, dos escritores han puesto en la palestra, o mejor, en las librerías, dos obras acerca del malogrado presidente: Julia o el fatum de los Delgado Chalbaud, de Román Rojas Cabot y, más recientemente, Sumario (Alfaguara), de Federico Vegas.
"Me parece bien que haya otro libro con este tema, porque Delgado Chalbaud es un personaje poco explorado cuyo asesinato pasó bajo la mesa, y tan cruel como su muerte es la indiferencia. Creo mucho que los libros se ayudan, y espero que sea mutuo".
El de Federico Vegas es un librazo de casi 800 páginas, que, como su título sugiere, contiene el sumario de los hechos ocurridos en torno al asesinato de Delgado Chalbaud. "Ese sumario lo conseguí cuando yo era jovencito, incluso mucho antes de pensar en escribir", confiesa el autor de Falke, y agrega que se trata de uno de esos hallazgos de vida que te hace exclamar: '¡Guao, me gustaría hacer una novela con todo esto!', pero que inevitablemente se va perdiendo con el azar de los años".
Exposición de culpas
Fue el propio Marcos Pérez Jiménez quien ordenó publicar el sumario del caso. Y dice Federico Vegas que lo hizo para demostrar que él mismo no era culpable de los hechos.
Una verdadera paradoja, insiste el novelista caraqueño, porque lo que se intentó fue tratar de ocultar, con un exceso de información, esto es, en un mar de información, las pruebas de culpabilidad.
"Eso es algo típico del poder, que tiene esa capacidad de arrollarte. Y el gobierno publicó el libro y luego lo recogió", comenta Vegas, quien apunta además que se trata de un libro que no es difícil de conseguir, pero sí de leer debido a "la letra chiquitica", a "que tiene el lenguaje típico de los juzgados", y a que "con los años se ha hecho más amarillento".
Es con ese legajo en las manos, que Federico Vegas decide convertirse en el autor de una novela que se construirá a partir del sumario. Lo mismo hace el personaje Francisco José Rueda, secretario del juzgado. Ambos tienen una joven ayudante femenina. A Rueda lo ayuda su hija, Emiliana, quien se ocupa de transcribir el libro a un lenguaje más comprensible. Y Vegas señala que en la vida real fue Ileana Flores, estudiante de Letras, quien lo ayudó a depurar el sumario.
"Escogimos las declaraciones importantes y ella las transcribió. Mi trabajo fue ir limpiando. Fue divino. Era como corregir. Y de repente allí había una novela. Con sólo hilvanar, ya estaba la historia. Y el elemento que permitió hilvanar fue la ficción. Yo siempre he soñado con escribir una novela en la cual no tenga que escribir nada, es decir, que todo esté allí, y sólo tenga que hilar. En el fondo así son las novelas. Prácticamente es muy poco lo que inventas, porque todo lo que haces es hilar recuerdos", explica Vegas, quien cree que Sumario se editó acaso en un mal momento, por aquello del Mundial de Fútbol Suráfrica 2010, por el comienzo de las vacaciones, y la crisis del país.
La del secretario no es la única voz que se escucha. También suenan las voces de Bacalao Lara, edecán de Delgado Chalbaud; de Marisabel Urbina, esposa de Rafael Simón, el supuesto autor intelectual del crimen; y la viuda del presidente, Lucía, "una mujer muy culta", por cierto, muy amiga del arquitecto Le Corbousier, a quien ella le pide que diseñe el monumento mortuorio de Delgado Chalbaud en el Cementerio General del Sur.
"Y él accede, pero la junta militar se opone. Al final Le Corbousier destruye la maqueta y no se lleva a cabo el monumento El muro y la pirámide. Una muestra más del sino de Delgado Chalbaud, y quizás uno de los proyectos más lindos de Le Corbousier, único, porque era mortuorio", cuenta Vegas, quien adelanta que ese capítulo es "divertido" porque mezcla "suspenso y locura".
Como un reportaje
Sumario, por ese carácter tan real que le aporta el documento, tiende a parecer un reportaje, una crónica periodística. Y Vegas recuerda que los únicos personajes ficticios son el juez, el fiscal, el secretario, la familia del secretario y un periodista. "De resto todos existen. Entonces para mí el arte de novelar era interconectar esos dos mundos, y la novela voló", dice el escritor, quien explica que las novelas simplemente se le aparecen.
"Stephen King, a quien he leído poco, tiene un libro que se llama Mientras escribo, en el que comparte lecciones claves para escribir. Una de las más bellas es que lo peor para una novela es la trama, porque si el escritor ya la tiene antes de sentarse a escribir es como cuando un arqueólogo intentapredecir cómo es la pieza que está bajo tierra antes de excavar y entonces decide usar un tractor, cuando lo mejor es usar una escobilla".
Fuente: Ana María Hernández G./ El Universal, Caracas
Maria F Sigillo: La novela está bien hecha, narrada con ironía y pasión , aparte del trabajo histórico (un universo de reseñas bibliográficas y periodisticas), me atrapó completamente, quizás esperaba un final menos novelesco .. pero eso ya es caprichopersonal. Lo retrspectivo hacia la Ciudad de Caracas ( años 50) es mi dbilidad, quizás en ellos se concentra gran parte de mi entera entrega por leer más de 700 pág en tan corto tiempo...
Reseña, grupo LIBROS:
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