domingo, 31 de marzo de 2013

EL PRIMER GRITO DE FE

1
Domingo de Resurrección ABC
DIÁLOGOS sobre el Evangelio del Domingo
(especialmente para radio)
“Y vio a Jesús, que estaba allí… ¡Maestro!” ( Juan 20, 1-9 )
José Martínez de Toda, S.J.
Moderador/a: Buenos días. Estamos aquí en el Estudio… (Se presentan los participantes).

El Evangelio del domingo de hoy narra el hecho más importante de la vida de Jesús
(su resurrección), pero que representa el regalo más grande para la humanidad. Porque la
resurrección de Jesús es el anuncio y el precedente de nuestra resurrección. Escuchémoslo.
Lectura del santo evangelio según San Juan (Juan 20, 1-18)
NARRADOR/A – El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer,
cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba
Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús y les dijo:
MAGDALENA – Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
NARRADOR/A – S alieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían
juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro;
Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo
con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el
que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido
la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Y volvieron los discípulos a los
suyos.
Empero María estaba fuera llorando junto al sepulcro: y estando llorando, miró el sepulcro. Y
vio dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los
pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron:
ANGEL – Mujer, ¿por qué lloras?
MAGDALENA – Porque se han llevado á mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
NARRADOR/A – Y como hubo dicho esto, miró atrás, y vio a Jesús que estaba allí; mas no
sabía que era Jesús. Y Jesús le dijo:
JESÚS – Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
NARRADOR/A – Ella, pensando que era el hortelano, le dice:
MAGDALENA – Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
NARRADOR/A – Jesús le dice:
JESÚS – ¡María!
NARRADOR/A – Ella se volvió y le dice:
MAGDALENA – ¡Rabboni! (que quiere decir, Maestro).
NARRADOR/A – Jesús le dice:
JESÚS – No me toques: porque aún no he subido á mi Padre: mas ve a mis hermanos, y
diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
NARRADOR/A – Fue María Magdalena dando las nuevas A los discípulos de que había
visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

2
Pregunta 1 – ¿Cómo ocurrió la resurrección de Jesús?
Muy de madrugada del domingo, varias mujeres, de las que habían acompañado a
Jesús hasta su sepultura, quisieron volver al sepulcro. Eran María Magdalena, Salomé, María,
la madre de Santiago (Mateo 27: 56 y Marcos 16, 1), Juana y las demás mujeres que estaban
con ellas. Habían comprado bálsamos aromáticos para ungir el cuerpo de Jesús (Marcos
16:1).
Al ir camino del sepulcro, se decían una a otra: “¿Quién nos removerá la piedra de la
entrada del sepulcro?”
Pero de pronto hubo un gran terremoto. El ángel del Señor descendió del cielo,
removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura
blanca como la nieve. Los guardias temblaron y quedaron como muertos.
El ángel entró en el sepulcro, y se sentó.
Los soldados de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales
sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. (Mateo 28, 1-11)
Mientras tanto, las mujeres llegaron al sepulcro. Ya estaba más claro, y pudieron ver
que el sepulcro estaba abierto: la losa que debía tapar la boca del sepulcro, estaba rodada al
lado, y por allí no se veía ningún soldado.
Algunas de las mujeres, con María Magdalena, inmediatamente pensaron: “Se han
robado al Se￱or”. Se dieron media vuelta y fueron a avisar a los discípulos.
Pregunta 2 – ¿Y qué hace el grupo principal de las mujeres?
Mientras tanto, las otras mujeres se acercaron al sepulcro, y vieron dentro a dos
ángeles, uno a la cabecera y el otro a los pies del sepulcro. Los ángeles dicen a las mujeres:
- ¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí; más bien, ha
resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando estaba aún en Galilea: "Es
necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores,
y que sea crucificado y resucite al tercer día”. Vengan y vean el lugar donde
estaba puesto. Y vayan de prisa y digan a sus discípulos y a Pedro que ha
resucitado de entre los muertos.
Entonces ellas salieron a toda prisa del sepulcro, y corrieron a dar la noticia a sus
discípulos. Jesús les salió al encuentro, diciendo:
-¡Saludos!
Ellas se echaron a sus pies y le adoraron. Entonces Jesús les dijo:
-No teman. Vayan, den las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea. Allí me
verán.

Pregunta 3 – Mientras tanto, ¿qué pasó con María Magdalena y las otras
mujeres?
Ellas avisaron a los Apóstoles, especialmente a Pedro , y le dicen: “ Se han robado al
Señor ”.
Inmediatamente Pedro y Juan salen juntos corriendo hacia el sepulcro. Pero Juan, que
era más joven, corría más que Pedro. Así que se adelantó y llegó primero al sepulcro. Pero
esperó a Pedro.
Pregunta 4 – Muy educado este Juan, ¿no?
Sí. Y eso que Juan sabía que Pedro había negado al Señor tres veces durante la Pasión.
3
Él en cambio había acompañado a Jesús y a su madre hasta el Calvario. Esto de esperar a
Pedro es un gesto de aceptación y reconciliación.
Pero una vez que llegó Pedro, entraron los dos al sepulcro.
Vieron las vendas en el suelo (Juan 20, 6). “Y el sudario, que había estado sobre su
cabeza, no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte” (v. 7).
Los dos quedaron muy impresionados. En concreto Juan comenz￳ a creer algo: “vio y
crey￳”. Y se volvieron a casa.
A Pedro se le apareció Jesús después, dice el evangelista Lucas (24, 34) y Pablo (1
Corintios 15, 1-5).

Pregunta 5 – ¿Y qué hizo María Magdalena?
María no se quedó tranquila. Ella volvió al sepulcro. Vio a Pedro y a Juan que se iban
del sepulcro, pero ella se quedó allí llorando frente a él.
Entonces miró dentro del sepulcro. Y vio dos ángeles en ropas blancas que estaban
sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido
puesto. Pero ella no los reconoce como ángeles.
Ellos le preguntan a María: “¿ Por qué lloras ?”, y ella explica con las lágrimas en sus
ojos: “ Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto ” (v. 13).
Entonces María se vuelve, miró atrás, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que
era Jesús. Creía que era el jardinero.
Pero Jesús la llama por su nombre: “María”. Al oír la voz de Jesús, María lo reconoce,
lo llama “Rabboni” (Maestro), y se lanza a sus pies.
Jesús le dice: “ Déjame, pero vete a mis hermanos, y diles: ‘Subo a mi Padre y a
vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios’ ”.
Por eso a María Magdalena se le llama “Ap￳stol de los Ap￳stoles”.
Los judíos tenían el sábado como el día de descanso semanal, pues en la Creación del
mundo, Dios descansó al séptimo día. Los cristianos lo cambiaron al domingo, porque la
resurrección de Jesús, el hecho más importante de la humanidad, ocurrió en domingo.
Decimos “Felices Pascuas” (de Resurrecci￳n). Y en Navidad decimos: “Felices
Pascuas” (de Navidad). Cristo ha resucitado. Cristo vive. Aleluya.
Éste f ue el primer grito de fe, de vida nueva, y de victoria definitiva.
En Venezuela se tiene hoy la costumbre popular de la “Quema de Judas”.

Fuente: http://www.homiletica.org/PDF10/aahomiletica026088.html

Nota LB: La fotografía de encabezamiento la tomamos de http://www.protestantedigital.com./ES/Internacional/articulo/15295/Doscientos-mil-venezolanos-marchan-por-jesus. Las otras, en la presente fecha (Iglesia de San Francisco, Caracas): la bendición de los Padres Martialay y Martínez de Toda, y el empleo que éste hace del "video.beam" durante su homilía. Por cierto, hallándose en la red, aunque fue más simplificada y didáctica, adicionalmente comentó que la Resurrección de Jesús es un aviso para todos; los hombres desaparecieron en la Pasión, quedando las mujeres quienes predican como las primeras apóstoles; con Francisco I, nueva época para la Iglesia, cuya sencillez ya testimonió al vivir y transportarse en Buenos Aires, cerca de la gente. Además, un jesuita también distinguido por los ejercicios espirituales, tomó el nombre significativamente aunque no se hizo francisco. Concluyó que la Resurrección es alegría, todos lo haremos como lo prueba Jesús, y nuestra vida eterna será lo que querramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario