La sesión de ayer fue algo particular, con sendos proyectos de Acuerdo finalmente aprobados por la plenaria de la Asamblea Nacional. No tuvimos ocasión de incorporarnos, por lo que - casi incansablemente - nos pineamos con el diputado Homero Ruíz, pues, un diputado de nombre Avelino, adscrito a la bancada de la oposición, promovió - agradeciéndole al ausente presidente Diosdado Cabello - y planteó un proyecto relacionado con Moisés Moleiro, cuya familia estuvo presente en el hemiciclo.
Nunca hemos negado los méritos de Moleiro, e - incluso - en este blog hay referencias en torno al importante dirigente y ensayista que fue. No obstante, no gustamos del planteamiento por varias razones: 1) Biográfico, bordeando la Wikipedia, la estructuración del Acuerdo no tuvo correspondencia con la formalidad del género; 2) en lugar de un lenguaje más circunscrito, lacónico y y expresivo de la pluralidad parlamentaria, pareciendo una propuesta propia de la más radical y nostálgica bancada oficialista, exaltó facetas que ni el mismo Moleiro hubiese referido hoy con ese tono celebrativo y heroico del orador proponente; 3) evidente oportunismo político, resaltando a la vez al diputado Soto Rojas, la linsonja extralimitada obvió el papel del parlamentario, y sobre todo del parlamentario de oposición, que ha de ser crítico frente al pasado. Al respecto, sin desconocer los méritos del homenajeado, ha podido acudir a su propia obra y, en lugar de enunciarla, interpretarla a la luz de las actuales circunstancias. Por ejemplo, desaprovechada la ocasión, la derrota de la lucha armada y la reflexión que produjo, zanjando una comparación inmediata con los antiguos líderes marxistas y sus pretendidos herederos actuales. Por lo demás, olvidado, hasta el muy plural Congreso de la República homenajeó a Moleiro, y valga la edición de sus discursos con prólogo de los diferentes jefes de las bancadas parlamentarias, incluyendo las de COPEI y Acción Democrática, sin que mencionemos lo que ha dicho José Rodríguez Iturbe.
En una oportunidad, incorporados, respaldamos un proyecto de Acuerdo relacionado con Domingo Alberto Rangel, sin que significase renunciar a un criterio equilibrado, respetuoso y crítico, que también lo merecía y, seguramente, aceptado para el debate (http://lbarragan.blogspot.com/2012/10/dar-5_1.html). En dos ocasiones, hemos empleado la Tribuna de Oradores para resaltar aportes como los de Guillermo Meneses y Fedora Alemán, por cierto, aprobados por unanimidad, sin que se hubiesen completamente consumados. Mas, nos parece inaceptable un ensayo de abierto oportunismo político, como el de ayer, faltando - incluso - al mínimo de sagacidad.
LB
Fotografía: Moisés Moleiro, Alberto López de Sola, Jesús María Casal y Raúl Lugo. Momento, Caracas, nr. 573 del 09/07/67.
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