miércoles, 6 de marzo de 2013

FÉRREO MECANISMO

SOL DE MARGARITA, 6 de Marzo de 2013
El poder del vacío
Walter Castro Salerno

Con la muerte de Hugo Chávez, extenso y profundo es el vacío de liderazgo político que se abre, no sólo para la Venezuela de hoy, sino, desde luego para América Latina. Incluso para el resto del mundo.
Cabalgando sobre un planteamiento chocante contra esquemas políticos e institucionales desgastados, original en la expresión del discurso, inédito en las formas comunicacionales, Chávez emergió así para el venezolano común casi como figura divina. Milagrosa. El caudillo mesiánico para resolver todo.
Entre irreverente e impulsivo y generador de esperanzas de redención económica y social para grandes masas de ciudadanos marginados u olvidados de la renta petrolera. Vendaval y promesa. Fuego verbal y pálpito de un mañana mejor. Con un agite de banderas caras al venezolano de hoy. De ayer y de siempre: la equidad social, el culto al padre Libertador Simón Bolívar, la guerra contra la corrupción, el ventajismo, la igualdad a la hora de repartir los churupos que manan de los pozos petroleros.
Sometido por él mismo a un férreo mecanismo de liderazgo único, indiscutible e inexpugnable, por fuerza debía, en un país como éste que desde el reventón del pozo petrolero de “Los Barrosos” en el Lago de Maracaibo, el año 22 del siglo pasado no aguanta dos pedidas a la hora de pedirle todo al Estado protector y no darle nada, caer en la ciénaga de la demagogia. El proyecto de los comandantes del 4-F devino en la Constituyente, auspiciada por Manuel Quijada, Luis Miquilena, y el grupo de “Notables”. Gente cercana a poderosos medios económicos y un diario influyente de Caracas entró por la entrada principal de Miraflores. Los conjurados de ayer cuando estallaron las contradicciones sociales, se mutaron en encarnizados adversarios. Enemigos.
También advenedizos, embaucadores y encantadores de serpientes se agruparon para acercarse al panal de rica miel. Pero lejos de moverse hacia direcciones de equilibrio, Chávez escogió la senda de la confrontación y deslizar al país hacia una polarización que ya existía cierto aquí desde la Colonia, pero con un lenguaje tan agresivamente sectario y pugnaz como el de los adecos octubristas del 45 del siglo pasado. Tal fue su error. En un momento dado pareció, dadas las experiencias sufridas, abrir juego a los demás. Intentar el respeto y la tolerancia a la otredad. Acaso cobijado por la oscura sombra de Perón, el soporte de Franco, no pudo o quiso entender que la Venezuela que él había contribuido a formar y crecer era verdaderamente solidaria, y buscaba (y busca) la paz.
Sosiego y democracia. Su liderazgo innato, absolutamente inclonable, entra ahora dentro de las categorías históricas y mitológicas de los grandes líderes revolucionarios de nuestra América Latina. Villa, Zapata, Gaitán, Fidel Castro, Allende y tantos otros. Peso de gran consideración se tiene ahora en Venezuela ante el vacío que deja su poder.


Fotografía: Jorge Silva (Reters). El País, Madrid (06/03/13), parte de la fotogalería: http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/13/album/1355427097_344184.html#1355427097_344184_1362145332

No hay comentarios:

Publicar un comentario