Enio Perdomo cumplió su última pauta
El legendario fotógrafo falleció a los 77 años de edad el lunes en la noche
PEDRO GARCÍA OTERO
Era un ritual: "Chao, viejo". "Hasta mañana, juventud". Era normal coincidir con Enio Perdomo en la puerta de la redacción de El Universal: Nosotros, porque ya nos íbamos. Él, porque después de una larga jornada, muchas veces, aún iba a ocuparse de los Sociales.
El ritual se cumplió hasta el domingo en la noche. El lunes en la noche se encontraba compartiendo con sus compañeros de Fotografía, contando anécdotas después de trabajar, y allí lo alcanzó la muerte, esa indeseable. De golpe, con la cámara todavía al cuello. En su Ley. Había, como por más de 50 años lo hizo, (de ellos 34 en esta casa) cumplido con todas sus pautas, cubierto sus responsabilidades con tesón.
Por medio siglo, Venezuela pasó por el lente de Enio Perdomo. Sucesos, Política, la ciudad, Sociales; era una memoria viviente del periodismo, y toda pauta encontraba un contexto, ángulos, historia. Pasaba, en la misma noche, de cubrir el Miss Venezuela a hacer un trabajo fotográfico sobre la indigencia en Caracas. Y te lo hacía notar: Por esas cosas del periodismo, podías pasar de ver a las mujeres más bellas de Venezuela a observar sus miserias más profundas. Solo en formato digital, El Universal tiene 31 mil fotos con su firma. Muchas, muchísimas más, en todas las décadas que trabajó con rollo y los químicos.
Contaba 77 años, y hasta con el lugar en el que había nacido echaba broma. A algunos les decía que en Ciudad Bolívar, cuando la verdad es que había visto la luz en San Juan, más caraqueño no podía ser. "Abuelo", o "apá" era como lo llamábamos en la redacción de este diario. Una de las coronas de su velorio (su cuerpo será cremado hoy en el Cementerio del Este) dice "de tus hijos". De sus compañeros, los fotógrafos a los que enseñó tantas cosas.
Empezó en la década de los 50 en el desaparecido La República, como laboratorista; allí copió la foto de "El Porteñazo" que le mereció el Pulitzer al inolvidable Héctor Rondón. Pasó por La Esfera, 2001, El Nacional... Podría decirse que no hubo rincón de la prensa venezolana que Enio no pisara. Pero El Universal fue su casa de más de tres décadas.
Lo que recordaban tres generaciones de periodistas que han sido sus compañeros a lo largo de los años era su agudo ojo para la fotografía, su bondad y su ánimo perenne para un chiste, para una jugarreta, para un sabroso cuento, hasta el último minuto, cumplida la pauta.
Descansa en paz. Chao, viejo.
Fotografía: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/sucesos/fallecio-el-fotografo-ennio-perdomo.aspx
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