EL NACIONAL, Caracas, 6 de junio de 1998
DEPORTES
MUNDIAL 98 / opinan los venezolanos (y XVI)
José Pulido apuesta al Tercer Mundo
WILLIAMS BRITO
Estrategias, esquemas tácticos, velocidad, fuerza, potencia, tradición. Esta eran las palabras comúnmente usadas por los entrevistados que, hechizados por la magia del balón, daban sus tesis con respecto al Mundial de Francia 98.
Pero uno tenía que trascender esos vocablos para adentrarse mucho más en la esencia que representa una Copa del Mundo. "Para mí el mundial es una `guerra pacífica', en la que cada tribu se esfuerza para demostrar que su raza es superior", la frase emana de la línea telefónica y es José Pulido -periodista, que le ha dado vida a diferentes personajes en la narrativa- que en la comodidad de su hogar afirma su posición acerca del torneo que robará la atención de miles de millones de personas en los cinco continentes.
Eduardo Galeano en su texto Fútbol a sol y sombra, habla acerca de la fobia que tienen algunos intelectuales con respecto a balompié, deporte que como la religión arrastra a la masa, muchas veces, hasta hacerla presa de la voluntad del balón. Pero en un planeta unipolar, en el que impera el neoliberalismo, es difícil analizar a este apasionante deporte desde ese punto de vista.
"No creo que, como afirmaban algunos pensadores de izquierda, el fútbol sea una suerte de opio de los pueblos. Ahora no se puede decir eso. El mundial es un negocio, en el que la publicidad y todo que tenga que ver con el ámbito comercial se mezclan cada cuatro años, para promocionar este evento", destaca.
Es un problema de orden internacional. Llegar a la final y coronarse tiene una significación muy especial. "Por ello creo que los europeos se preparan para no dejarse sorprender por las naciones del tercer mundo, mucho menos por las africanas. Será difícil ver las hazañas de Costa Rica y de Camerún, en México 90, y de Nigeria en USA 94. Alemania y Holanda cuentan con todos los elementos para ganar este torneo, pero me gustaría que venciera un equipo de los países subdesarrollados".
Fortaleza en la mitad del terreno, un marcaje implacable, y contraataques endemoniados. Pulido, caracterizado por su humor y jovialidad, respira profundo y explica, con su forma de hablar que cambia de ritmo constantemente, que "el juego bonito y la belleza en los toques que enloquecía a todos, no se verá en este mundial, pues existe mucha rigidez, más que todo, en los equipos europeos. Algunos no se preparan para meter goles, sino para resguardar su arquería. Pareciese que tuvieran miedo de que selecciones de otros continentes los derrotaran".
Venezuela es Brasil El autor de Pelo Blanco, una historia de ficción de un coronel nazi que después de la Segunda Guerra Mundial se refugia en la Colonia Tovar, se abstrae de la realidad. Imagina que la selección venezolana de fútbol, después de las eliminatorias, logra llegar al torneo universal y suelta entre risas: "A pesar de eso, seguramente la mayoría de los venezolanos iría a Brasil", suelta la carcajada, al tiempo que afirma su simpatía por el vecino país amazónico.
Unos van a Italia, otros a España, dos colonias arraigadas en nuestro país. Pero la mayoría está inclinada, a juicio del escritor, a la selección verdiamerilla. "Difícilmente el equipo nacional no llegue a un mundial. Por eso, aquellas personas que no tienen raíces directas con estos países europeos se inclinarán por los carismáticos brasileños o, en otros casos, aquellas naciones no europeas con poco historial en este deporte", argumenta drenando su pasión por el torneo que comenzará el próximo miércoles.
El jugador brasileño encarna al latinoamericano. No sólo es su fútbol sino su humildad, sus ganas de hacerse sentir en el planeta. "Así fue Pelé, una persona muy humilde, que a pesar de lograr la gloria, siempre siguió con la actitud de ese niño que salió de Tres Corazones con el sueño de alcanzar el título mundial".
Para los europeos el fútbol es escuela. "Para los suramericanos el balompié viene de las calles, de esos barrios pobres donde el jovencito pelean contra las adversidades".
El beisbol sobre el fútbol
Es interesante observar las calle caraqueñas tras la emoción que genera ca Mundial de fútbol. Pero después de la final, cuando todo se diluye, el beisbol vuelve a tomar su privilegiado sitial y lejos, muy lejos, quedan las hazañas de los guerreros de esa "guerra pacífica".
El balompié no puede germinar en tierras venezolanas. Y no puede porque no existen los nutrientes suficientes que hagan crecer esa semilla que cae en nuestro suelo cada cuatro años.
"Es un problema de estructuras. El fútbol no funciona porque no hay una filosofía que permita mantenerlo. Además es muy difícil que avance en un Estado como el venezolano, que no ha planificado una política concreta hacia el deporte", explica José Pulido.
El autor de Una Mazurquita en La Mayor no resiste la tentación de confrontar a los dos deportes y argumenta: "Si en el beisbol no existiese la fundación Criollitos de Venezuela -así como otras que se encargan de las categorías infantiles-, institución que tiene convenios con organizaciones estadounidenses, seguro hubiese corrido el mismo destino".
Crf. entrevista realizada por Alberto Hernández, orígen de la fotografía: http://www.literanova.net/index.php/en-poesia-boto-hasta-la-cedula-de-identi
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