En su homilía de hoy, el Padre Roberto Martialay (SJ), dijo de una parábola elocuente y tantas veces escuchada, es referente del plan de conversión. Podemos vernos retratados en ella, viendo también a los escribas y fariseos: hombres correctos, convencidos de obrar con bien.
La que sobre el hermano menor tiene razones, pues, botó el dinero, etc. Parece lógico, comprensible a nivel humano. El hermano mayor es como el sacerdote, el que ha cumplido con todo desde el seminario, está siempre con Dios. Sin embargo, el hermano mayor no amaba a su padre, creyéndose un hombre lleno de virtudes, anhelaba disfrutar con sus amigos, muy diferente al padre austero. El menor: irresponsable, desprevenido, regresa por hambre.
El padre respeta mucho la libertad de sus hijos, quiere que aprendan por sí mismos. Dios nos da libertad, es fundamental para la persona: ¿por qué ocurrió y permitió que ocurriera el holocausto, por ejemplo? La libertad es capacidad y es misterio.
Valoración del hecho de que son sus hijos. Construir la fraternidad. Celebración del regreso del hijo menor y que el mayor acepte. Dios es un Padre de misericordia, de bondad y nosotros somos hermanos. Unión y reconciliación.
Jos 5, 9 10-12
Salmo 33
2Co 5, 17-21
Ilustración: Alejandro Dafunchio.
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