sábado, 10 de marzo de 2012

DIVISIÓN


EL UNIVERSAL, sábado 10 de marzo de 2012 12:00 AM
La medicina emergente
Pronto veremos cómo se ensancha la línea divisoria entre una y otra práctica
RAFAEL RANGEL ALDAO

El cambio en la atención de salud será radical, y aunque tomará su tiempo ya se asoma como una realidad. Hay una mutación en marcha, de la medicina reactiva y tardía a la predictiva y preventiva, del cuidado poblacional al híper personalizado e individual, y el eje central se desplaza del médico al sujeto sano.

¿Qué impulsa tales cambios? La respuesta la ofrece Eric Topol, de la Clínica Scripps de California, en su libro, La creación destructiva de la medicina, de febrero 2012.

Según Topol, todo se debe a la súper convergencia de las tecnologías de información y comunicación con la genómica, que hacen posible captar al humano "digital". Es decir, la captura electrónica de la información biológica personalizada, desde los genes hasta la fisiología, signos vitales, circulación, respiración, imágenes, alimentación, etc.

Esto ya es un hecho incipiente con el resultado que anotamos arriba, y hay latinoamericanos que ya incursionan en esta medicina emergente. La atención al sano permite ahora la predicción del riesgo a las dolencias más comunes, cardiovasculares, cánceres, respiratorias y la diabesidad.

Esa facultad predictiva se debe en parte a la detección digital del llamado riesgo metabólico, hipertensión arterial, alto colesterol, glucosa en sangre, colesterol, inflamación, obesidad y sedentarismo. Una atención personalizada en línea, con acceso a conocimientos y a especialistas de salud, puede evitar de esa forma hasta un 80% de tales males que causan más del 70% de la mortalidad mundial.

Topol revela múltiples ejemplos al igual que las limitaciones técnicas y éticas del momento, solo que el cambio es tal que pronto veremos cómo se ensancha la línea divisoria entre una y otra práctica por esta tendencia irreversible.

Algunos países como Colombia, Argentina, Brasil y Chile, tienen ya iniciativas digitales, y en el nuestro, habrá que incorporar una rápida adaptación a esta nueva medicina que vino para quedarse.

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