jueves, 17 de julio de 2014

APENAS, CINCO MINUTOS REGLAMENTARIOS


Asamblea Nacional - Sesión Ordinaria del día martes 15 de julio de 2014

(DIPUTADO BARRAGÁN).– Señora Vicepresidente, colegas Parlamentarios: 
Está planteada la solicitud de un crédito adicional y con la venia de la Dirección de Debates, cito: “Con el objeto de destinarlos al pago de personal y gastos relativos a la nueva Misión Barrio Tricolor, a la adquisición de materiales, insumos y equipos…”. Es decir, al gasto corriente.

Esta solicitud merece una doble observación, digamos general, que me corresponderá asumirla y una más específica por la bancada democrática de la oposición que le corresponderá al colega parlamentario Fernando Peña.

Quiero dejar la observación consignada en relación a la importancia de esta Misión que amerita de estos recursos para la aprobación del Parlamento venezolano.

Es importante, no cabe la menor duda, porque atiende problemas urgentes planteados desde hace larga década y media por la población, pero llama poderosamente la atención que se requiera de la contingencia de un crédito adicional para cubrir estos rubros, cuando muy bien pudo formar parte del Ejercicio Fiscal 2014, si tomamos en consideración que la Misión fue creada en noviembre del 2013, y muy bien pudo entrar en la discusión del presupuesto ordinario.

Se trata de la especialidad del Estado para atender esta materia. Se trata que no puede - en una perspectiva salarial y demás gastos relacionados con el personal y la adquisición de materiales y otros recursos corrientes -  depender de un crédito adicional.

Esto nos da la idea de la fortaleza o aparente fortaleza de un Gobierno Nacional y la debilidad cierta del Estado que no puede estabilizar, no puede  institucionalizar iniciativas tan importantes de esta naturaleza.

Esta provisionalidad del Estado, sujetándolo a la contingencia de un crédito adicional, evidentemente es motivo de preocupación, porque atenta contra la continuidad, contra las definiciones, las implementaciones y el seguimiento de importantes políticas públicas en el área y nos somete a esporádicos operativos, a iniciativas periódicas, a la irregularidad de atender emergencias cuando se presente el caso, y no a la permanente vocación de un Estado por abrir cauces para la definitiva solución de los problemas y, en definitiva, para atender esos asuntos de carácter estructural que en larga década y media del socialismo rentístico han venido agravándose, inflamándose ante la vista ocurrente del Ejecutivo Nacional que solamente  pide recursos recursos sin planficar a la Asamblea Nacional.

Estas son actividades predecibles, se pueden pronosticar, y si es así, obviamente, entra en el marco de los principios del presupuesto público y en el de la universalidad, donde todo recurso debe incluirse en la previsión que el Estado haga de sus políticas. Puede incluirse en el principio de la exclusividad, atendiendo problemas específicos destinados a los sectores más vulnerables del país. Principios, por cierto, que aparecen digitalmente versionados en el portal de la Oficina Central de Presupuesto.

De modo tal, que no puede pasar por alto que las urgencias de la población no puedan someterse a la contingencia, al hecho fortuito, al azar de una solicitud de crédito adicional cuando existe la institución de un Estado que debe reivindicarse y, a sí mismo.el presupuesto público nacional.

Es todo, señora Vicepresidente, colegas parlamentarios.

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