De la imborrable metáfora (y nota previa)
Luis Barragán
El gobierno nacional anunció el aumento de las tarifas eléctricas para el venidero mes de agosto, con un descaro monumental. A pesar de los incontables recursos con los que cuenta, incluyendo el tiempo, persisten los apagones a lo largo y ancho de todo el país. Insiste en el ahorro, aunque el grueso de la población es su más fiel cumplidor y, por lo demás, desindustrializado el país, el consumo no llega a la estratósfera. La versión de Jesse Chacón no está sometida a la prueba del debate parlamentario, ni se arriesga a una libérrima rueda de prensa. Causante también de la legítima protesta social, olvidó su promesa de renunciar.
La Torre de David
Caracas cuenta con el infortunio de cuatro gobiernos simultáneos, siendo legítimos apenas dos, para un mismo resultado. Cercada y desconocida, a pesar de su rango constitucional, la llamada alcaldía mayor padece el asedio de la alcaldía menor, la jefatura de gobierno del Distrito Capital y un ministerio para la Transformación Revolucionaria que ahora halla explicación y justificación con el desalojo de la Torre de David.
Así los nieguen como destinatarios, la inmediata conclusión de la consabida visita de Estado ha sido buscar una sede principal para los empresarios chinos y, levantada con su ruindad a la vista de todos, coronada por el helipuerto de una estructura que ha soportado tanto deterioro, la Torre de David parece reunir todos los requisitos. Faltando poco, como si se tratase de un divertimento, Nicolás Maduro dice agotar en una cadena nacional la discusión en torno a su demolición o reconstrucción.
Quedará imborrable en la memoria colectiva, el rancho vertical que ha de avergonzar a un gobierno que lo tiene como su mejor metáfora. Ha burlado la buena fe de más de dos mil familias que lo habitaron, mitigando la desesperación de muy pocas de las reubicadas en apartamentos que esperaban y esperan otras centenares de miles.
Poco se sabe de las negociaciones aparentemente pacíficas, pues no hay libertad para indagar, informarse y expresarse, por lo que el escepticismo es el mejor consejero. Recordemos que el gobierno estructuralmente ha respondido a la alta demanda de techo, propio e impropio, estimulando, auspiciando, tolerando y celebrando las invasiones, porque es incapaz de construir el número de viviendas que se requiere bajo las condiciones mínimas de seguridad, salubridad y confort.
Repentinamente, ha parado el laboratorio social que fue la Torre de David. Ojalá que surjan sendas tesis de grado, fundamentalmente sociológicas, que den cuenta de un fenómeno que los estudios ministeriales in situ, si es que se hicieron o todavía existen, apenas asomarán en toda su dramática dimensión. Vaya transformación revolucionaria propulsada por un ministerio que no encontraba sus objetivos, ahora especializado en procurarle un referente estratégico a China.
Fuentes:
http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:136305
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/20069-de-la-imborrable-metafora-y-nota-previa
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