"Esta iglesia fue edificada por la Constructora Branger y diseñada por mí a los dieciséis años, siendo dibujante arquitectónico de la empresa. Su propietaria, la señora Ana Cecilia Branger, regaló el templo al barrio Santa Rosa de Valencia. La construcción de ladrillo de esta obra fue hecha con el ingeniero catalán doctor Marial, quien me enseñó la técnica de las bóvedas catalanas, y con la mano de obra de artesanos oriundos de Cataluña, España. Todas las bóvedas, incluyendo las cúpulas elaboradas en baldosas de arcilla de 20 x 20 centímetros y 1 centímetro de espesor, fueron pegadas con yeso en tres capas. Durante mucho tiempo estuvieron descubiertas, pero luego fueron pintadas ocultando el bello acabado de la arcilla original. Hoy, después de más de sesenta años, se encuentran en perfecto estado".
jueves, 24 de julio de 2014
BREVÍSIMO REPASO
En "Fruto Vivas, pensamiento y obra" (Caracas, 2012), destacamos:
"Esta iglesia fue edificada por la Constructora Branger y diseñada por mí a los dieciséis años, siendo dibujante arquitectónico de la empresa. Su propietaria, la señora Ana Cecilia Branger, regaló el templo al barrio Santa Rosa de Valencia. La construcción de ladrillo de esta obra fue hecha con el ingeniero catalán doctor Marial, quien me enseñó la técnica de las bóvedas catalanas, y con la mano de obra de artesanos oriundos de Cataluña, España. Todas las bóvedas, incluyendo las cúpulas elaboradas en baldosas de arcilla de 20 x 20 centímetros y 1 centímetro de espesor, fueron pegadas con yeso en tres capas. Durante mucho tiempo estuvieron descubiertas, pero luego fueron pintadas ocultando el bello acabado de la arcilla original. Hoy, después de más de sesenta años, se encuentran en perfecto estado".
"Esta iglesia fue edificada por la Constructora Branger y diseñada por mí a los dieciséis años, siendo dibujante arquitectónico de la empresa. Su propietaria, la señora Ana Cecilia Branger, regaló el templo al barrio Santa Rosa de Valencia. La construcción de ladrillo de esta obra fue hecha con el ingeniero catalán doctor Marial, quien me enseñó la técnica de las bóvedas catalanas, y con la mano de obra de artesanos oriundos de Cataluña, España. Todas las bóvedas, incluyendo las cúpulas elaboradas en baldosas de arcilla de 20 x 20 centímetros y 1 centímetro de espesor, fueron pegadas con yeso en tres capas. Durante mucho tiempo estuvieron descubiertas, pero luego fueron pintadas ocultando el bello acabado de la arcilla original. Hoy, después de más de sesenta años, se encuentran en perfecto estado".
Etiquetas:
Fruto Vivas,
Iglesia de Santa Rosa de Valencia
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