Revisar
la Ley Orgánica de Cultura
Luis
Barragán
Ha
levantado una justificada indignación, entre los sectores culturales
independientes, la constitución de un
Estado Mayor de la Cultura que, dada la pobre imaginación ministerial,
simula una respuesta para los más urgentes problemas que ocasiona una política
pública que tampoco es tal. No lo es y nunca lo será la militarización de la
cultura venezolana, propulsada paradójicamente por quienes – antes – rasgaban
sus vestiduras ante cualquier hecho parecido. Sin embargo, tenemos una materia
más urgente.
La
vigente Ley Orgánica de Cultura (LOC) tuvo por origen la atolondrada sanción
del proyecto, en un par de sesiones, por agosto de 2013 que, después,
incumplido impunemente el breve plazo constitucional, no fue promulgada ni
devuelta por el presidente de la República. Reaparecerá aproximadamente año y
medio después, en Gaceta Oficial, gracias a la aplicación de una ley
habilitante que fue solicitada por motivos radicalmente distintos.
Por
cierto, el texto originalmente
sancionado por la Asamblea Nacional, contempló la creación de un Fondo Cultural
que combatimos en su momento, haciéndonos acreedores del denuesto de la bancada
oficialista y de sus partidarios que, recordemos el hábito, monopolizaban las
barras del hemiciclo. Y, después, reafirmando nuestros alegatos, ese fondo
destinado al despilfarro, como ha acaecido con otros ideados alevosamente, desapareció
de la ley del señor Maduro, con el servil silencio de sus viejos festejadores.
Lo
cierto es que la LOC, violatoria de la Constitución, simplificadora de un fenómeno
tan complejo, orientado a reafirmar a un régimen que nos desea espiritualmente
sojuzgados, debe revisarse. Es un trabajo importante para la Comisión
Permanente de Cultura, pues, ha dado ocasión a la discusión y sanción de leyes
ordinarias, como a la propuesta de otras que acentúan esa clara vocación
totalitaria que se cuela por los poros del funcionariado cultural.
Irresponsablemente,
a pesar de estar conscientes de la situación, por el testimonio privado que nos
dieron algunos parlamentarios del gobierno, la LOC generó una normativa que
dijo asegurar un vasto compromiso clientelar con los esperan por más de década
y media por un mínimo de seguridad social. Simplemente, no hay recursos para
ello y, los que había, se evaporaron al ritmo de un socialismo rentístico,
parasitario y campamental.
25/01/2016
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