“Caminando con Cristo”
Dios nos da siempre oportunidades (Lc. 13, 1-9)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes
El texto del evangelio de este tercer domingo de cuaresma nos presenta dos partes: en la primera parte, los oyentes de Jesús le presentan una noticia cruel que acaba de suceder, que era los sacrificios que había hecho Pilato con la sangre de unos galileos y Jesús también recuerda lo sucedido con los que murieron aplastados por la torre de Siloé (al sur de Jerusalén).
La segunda parte, se presenta la parábola de la higuera que no da frutos. Por supuesto, que el tema de fondo es la conversión personal y a partir de este domingo en adelante los textos del evangelio estarán apuntando en ésta línea. El cristiano necesita convertir su corazón a Dios y a los hermanos. Dios siempre le da y le dará la oportunidad para convertirse, para cambiar el corazón de la maldad al bien, de la vida de pecado a la vida de la gracia. El cristiano tendrá, como cualquier humano, momentos de dificultades, crisis, estará sometido a situaciones sociales o desastres naturales que lo pueden encontrar en un momento que no esté preparado espiritualmente o que lo sorprenda.
Dios, sin embargo, es misericordioso y amoroso, que como buen Padre nos advierte que el cristiano, como cualquier humano, está sometido a los altibajos de la vida y al mismo tiempo nos brinda una y otra oportunidad para que busquemos el camino del bien, el camino del amor, de transformar nuestra vida hacia los valores humanos y cristianos que realmente nos engrandecen como personas y como verdaderos hijos de Dios. Hay que dejar claro que las desgracias de la vida (fenómenos naturales, males físicos, etc.) no son castigo de Dios, como lo deja ver Jesús en su enseñanza; es un aviso y ocasión de reflexión para la conversión; es decir, estar preparados, porque nadie sabe ni el día ni la hora de su muerte.
IDA Y RETORNO:
Hoy Domingo Familiar en La Esmeralda.
Cfr.
Marcos Rodríguez: http://www.feadulta.com/anterior/Ev-lc-13-01-09-MR-C.htm
Isabel Vidal de Tenreiro: http://www.elimpulso.com/opinion/435899
Ilustración: Philippines Guzman.
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