viernes, 26 de febrero de 2016

RÁPIDA PACIENCIA



Treinta años atrás

Luis Barragán

El 26 de febrero de 1986, Venezuela suscribió el “mejor refinanciamiento del mundo” de acuerdo a la entusiasta declaración del Presidente Lusinchi. Hubo también escepticismo y hasta un franco rechazo a la suscripción que la maquinaria publicitaria y represiva del gobierno, por cierto, distante de la ferocidad actual, no pudo evitar.

En horas del mediodía, la juventud socialcristiana se dio cita en la Plaza Caracas para protestar el hecho, exhibiendo un monigote alusivo, pero – inmediatamente después de culminar el exitoso acto de denuncia – llegó un impresionante contingente policial y hasta  se posó  un helicóptero en el centro de la plaza del cual descendió su comandante: armas de fuego, artefactos lacrimógenos y peinillas, pretendieron ahogar una protesta con la que, desde las ventanas de las torres del Centro Simón Bolívar, sede de varios ministerios, se identificaron los propios empleados públicos. José Luis Torrealba, José Segovia, Freddy Torres y Luis Nunes, por ejemplo, fueron los más molidos a perdigonazos y palos, en una jornada que terminó con la detención de casi todos los manifestantes, mientras que muchos de los que hoy son gobierno, favorecidos por el presupuesto universitario ahora negado, ni siquiera se hicieron sentir.

En Cotiza recibieron a las víctimas de una desproporcionada represión que, además, se negaron a rendir declaración y a suministrar cualquier dato para el registro, pero – marcando la diferencia con el presente – toda la prensa libremente reseñó el atropello, el gobierno debió enfrentar el debate parlamentario y sus consecuencias, siéndole imposible – subrayemos – evadir, ocultar o negar los pormenores de un acuerdo financiero que, lo supo y asumió, no era de su completa incumbencia, porque el país lo interpelaba.

Hubo una juventud políticamente organizada, probada en el medio estudiantil, sometida a una periódica renovación institucional y presta al debate, capaz de remontar las dificultades. Valga acotar, la que también hizo muy severos planteamientos frente a las realidades por entonces vividas, aunque sus sospechas – varias veces ventiladas en las cercanías del nuevo siglo – jamás adivinaron o apostaron por condiciones y situaciones peores, hoy prevalecientes.

En 1986, el petróleo había descendido de $26 a $12 y la inflación de 9% trepó a 40% al siguiente año,  extendiéndose el gasto público bajo un sistema de control cambiario y  de precios, generada una escasez de aproximadamente 30% de los productos, y con una deuda externa que finalmente remontó aproximadamente a $ 35 mil millones, según algunas fuentes. Luego que el régimen literalmente disfrutara del barril petrolero por encima de $ 100, en 2016 desciende a menos de $ 30, tememos por una inflación que cierre sobre 500%, profundizando en los controles como nunca antes, con una escasez de indecible porcentaje y una deuda – prácticamente inescrutable – que supera más de cien mil millones de dólares, apartando los pasivos de PDVSA y los compromisos contraídos con el llamado Fondo Chino, cuyo servicio luce superior a lo disponible en las reservas internacionales.

26/02/16
No tan breve comentario LB: Respecto a las fotografías en blanco y negro, las preservamos desde entonces. Nota curiosa, la tomaron desinhibidamente en Cotiza, sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana. Que recordemos, excepto las circunstancias, se acercó un sujeto de mediana edad, quien las tomó, asegurándose como opositor. Y las que están a colores, jamás las había visto. Las publicó en su Facebook, Luis Nunes, gracias a la remisión de Yoshimi Zambrano. Nunes comentó:
"Hoy se cumplen 30 años que participé en una protesta política en Caracas y me metieron 52 perdigonazos, de los cuales aún conservo 1 en mi pierna izquierda; si tuviera que volver a hacerlo, no dudaría ni un momento. ¡Mi espíritu sigue rebelde y libertario, sazonado con el paso de los años, la experiencia y una mente inquieta que piensa hasta cuando duerme! Doy gracias a Dios por todo. Y acá mi amiga Yoshimi Zambrano me ha enviado estas dos fotos logradas unos minutos antes de que llegara la policía jajaja..." (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10208043963232330&set=pcb.10208042012783570&type=3&theater).
Para las nuevas generaciones, no es fácil suponer que - antes - las cámaras fotográficas no eran tan cómodas de llevar de un sitio a otro, como no era costumbre hurtarlas o robarlas apenas asomadas en la calle: ahora, las tecnologías informáticas simplifican todo.  Además, debía esperarse el revelado. Por cierto, creo tomadas - las fotografías a colores -  minutos antes de una retirada frustrada, pues, sin aparecerse la policía, nos marchábamos hasta que de pronto - tarde - llegaron a la fiesta y, avistados, nos devolvimos al centro de la Plaza Caracas con resignación. Rodeándonos,al ritmo de lo que llaman ¿pasitrote?, nos cundieron a plomo y a carajazos, conduciéndonos a las jaulas. Vista en la adolescencia, quizá por entonces evocamos la celebérrima escena de "Las fresas de la amargura" (Stuart Hagmann, 1970), en la que se esperó con una rápida paciencia el zarpazo.
En años anteriores, con motivo de uno que otro aniversario, hemos intentado la crónica del acontecimiento. Una de ellas, extendida a las listas oficiales de la represión que, además, continuó. E, incluso, Jesús Sánchez y el suscrito, una vez nos regresamos a Caracas por otra vía, dada la persecución que hubo contra la dirigencia juvenil democristiana.  No sabemos por qué, en definitiva, insistimos en el tema. Quizá porque - mal que bien - fuímos una juventud organizada y aguerrida que, por 1986, celebró un Encuentro Ideológico, hoy hecha escombros; por la terrible y cultivada desmemoria que nos caracteriza, suponiendo que la rebeldía la monopolizaban otras corrientes ideológicas; por la nostalgia de una etapa que se alejó definitivamente, olvidando lecciones; o, sencillamente, porque el mundo no se creó en febrero de 1992 o de 1999. Lo cierto es que pasará mucho tiempo, antes de volver al tema. Es más, al buscar las cifras macroeconómicas de comparación, las descubrimos o redescubrimos como motivación fundamental - ambigüas y hasta contradictorias - en la corta minería de datos que hicimos en las redes, punzados por indagar sobre el polvo de estos lodos.
Expuesto el material en Facebook,  he acá algunos comentarios:
Guillermo Aveledo Coll No estábamos bien.
Ernesto Vera Muchos quienes hoy hablan de la "represión y desaparecidos" de la cuarta república nunca recibieron un peinillazo, un perdigonazo, esperemos que seamos capaces de evitar que algo como lo que hoy sucede vuelva a repetirse.
Jonathan Benavides Muy mal heridos por la acción de perdigones resultaron Freddy y el "Profeta"; recordemos también que la vil acción realizada por la PM por órdenes directas de Blanca Ibáñez no respetó edades ni géneros, pues otra víctima y trasladada también en calidad de detenida fue nuestra amiga Soraya Gross, para entonces Secretaria Juvenil regional de Caracas.
Josue Ramirez Y si mal no recuerdo, la morocha Cartaya, hermana del actual Subsecretario de la AN. Fue mi primera protesta y que estreno. No sé si recuerdo mal pero creo que esa noche o la siguiente se celebraba la cena aniversario de Copei y algunos decidieron acercarse después de lo ocurrido.Colorario: qué mala gestión la de Pacheco Melgarejo al frente de la PM.  
Rafael Mourad Así fue Josue, esa noche fuimos a la cena de COPEI y José Hernandez Segovia, el profeta, llegó con la camisa ensangrentada y se sentó cerca de Eduardo, aprovechó para cenar Emoticón smile. Hubo una anécdota con un miembro de educación media que intento escapar de las peinillas y los perdigones corriendo hacia los que tenían puestos para limpiar zapatos, inmediatamente un policía lo señaló como parte de los manifestantes y él lo negó, el policía le dijo;" Ahhh no estabas en la manifestación? y porque cargas una boina verde? te vienes conmigo! jajaja.Los monigotes de Lusinchi y Blanca Ibañez fueron Made in Los Osos, esa mañana el gordo José Hernández ( creo ahora trabaja en El venezolanos de Miami ) recogía los muñecos para llevarlos a El Silencio. 
Miguel Antonio Parra Gimenez En Valencia fuimos detenidos en la Navas Spinola, por la protesta que aquí hicimos durante toda una semana, Luis Colmenares, Carmen Díaz, Santos Muscarneri (QED) y yo. Durante esa semana Copei y la Facultad de Derecho protestaron y manifestaron por nuestra detención. Salimos un domingo en la noche cuando el gobierno adeco de entonces se entero de que el lunes a primera hora se nos iva acordar por un tribunal penal el Habeas Corpus, por ser una detención injustificada. Pase mi cumpleaños en la cárcel. 
Luis Barragán J. Casualmente, ayer encontré a Freddy Torres. Recordamos el hecho, pues él era un dirigente liceísta por entonces. ¿Quiénes están en las gráficas? Además, si Lucho Nunes no protege a la Morocha Cartaya, la acribillan a perdigonazos como a él le ocurrió.
Mi amigo hay que estar claro que la luchar en aquellos momentos eran para recuperar los espacios en liceos y universidades eran época de formación política, pero había que estar claro que el gobierno de Adeco de lusinchi lo estaba haciendo mal.
Carlos Jimeno Dios mio! Cuando veran verdadera justiciay paz?
Lucho Nunes tu memoria registró perfectamente cada momento y lo de la Morocha aún hoy me lo agradece... un abrazo y más temprano que tarde, nos daremos un abrazo victorioso victorioso. 
Luis Barragán J. Inevitable traerse las fotografías publicadas por Luis ( Lucho Nunes), facilitadas por Yoshimi Zambrano, quedando para el archivo facebookeano (lo es en muy buena medida, suerte de blog ampliado y más complicado que esperamos quede por años). Las nuevas generaciones no imaginan las dificultades para fotografiar y esperar el revelado por entonces y también lo infrecuente de un hurto o robo de cámara. Creo que las tomó al iniciarse la retirada con resignación, luego del acto: llegando tarde a la fiesta, nos devolvimos al centro de la Plaza Caracas a esperar la carajamentazón, con "rápida paciencia", rodeados. Un par de "por cierto": Por una parte, acaso fue uno de los últimos hitos de lo que fue una escuela y una tradición de origen, la JRC, la que marco pauta en las décadas precedentes. El único adulto, dirigente de partido, que estuvo en la jornada fue Argenis Montero (La Candelaria), unos años mayor que nosotros. Apaleado y detenido. Y, por otra, también es inevitable sonreir por la anécdota: pocos años atrás, en la dirección del partido, comentábamos el hecho y, suele ocurrir, dos personajes la aludieron como un acontecimiento heroico en el que participaron y, es más, a quien se le debió la manifestació. El uno, por supuesto, ni remotantemente se metió en el candelero; y, el otro, aún teniendo edad, ni remotamente lo recuerdo, cuya costumbre - creo todavía - es la de apropiarse del testimonio ajeno para inventarse un pasado del que carece. Huelgan los comentarios. Es inútil abundar al respecto. 
Luis Barragán J. En la otra gráfica, al centro, está Carlos Alberto Arismendi, mi pana de Las Fuentes, secretario juvenil de El Paraíso, miembro del directorio nacional juvenil. diputado al Congreso, que ya no está entre nosotros. Elevamos nuestras oraciones por él y por la de todos los compañeros de una época ya lejana 
Luis Barragán J. En la otra gráfica, al centro, está Carlos Alberto Arismendi, mi pana de Las Fuentes, secretario juvenil de El Paraíso, miembro del directorio nacional juvenil. diputado al Congreso, que ya no está entre nosotros. Elevamos nuestras oraciones por él y por la de todos los compañeros de una época ya lejana.  

Hubo una vez una juventud victoriosa, victoriosa, victoriosa ...

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