Alicia Freilich
El título combina frustración con arrechera, vocablo muy de uso clandestino que, por su popularidad, a juro pronto será admitido en la Real Academia de la Lengua Española.
Sin guerra civil declarada hasta hoy, el saldo de la actividad criminal ordinaria favorecida y ejecutada por el régimen castrochavista es de aproximadamente 330.000 víctimas en 20 años.
Por su parte, el hamponato delictivo cívico-militarista dirigido por una casta mafiosa que encabezan el ilegítimo régimen inspirado en el neosovietismo a través del G2 cubano y su Padrino criollo del generalato trabajan a la sombra, pero sumas, restas y divisiones traslucen una cuenta macabra de perseguidos disidentes con y sin uniforme castrense, amenazados, espiados ,torturados, suicidados y ejecutados por un personal subalterno de robots cuyo armamento proviene de Rusia, China, Irán, España y mucho intermediario satélite.
En medio de sus graves problemas y contradicciones internas, el gobierno actual de Estados Unidos, todavía modelo de las democracias, intenta ayudar a su antiguo vital patio trasero, ya no tan necesario pues ahora el petróleo es harina de un costal bastante prescindible. Sí es cierto, ha otorgado permisiva apertura física para la dirigencia legítima en el exilio, repetidas promesas sobre las mesas represando en lo posible trampas financieras de bolichicos y boliadultos, ladrones de la riqueza pública venezolana, acción de poco y relativo efecto contra esa extensa banda delincuencial incrustada en las finanzas internacionales por medio de socios y testaferros, tesoro invertido en la banca mundial y paraísos fiscales. Por eso los sesenta países que de palabra apoyan a la legal, agónica Asamblea Nacional y al presidente constitucional interino Juan Guaidó, no cierran sus embajadas ni sus accesos a los negocios chavomaduristas. Evitan así los riesgos de un importante déficit en sus arcas.
Organismos planetarios. La ONU, la Unesco y tribunales penales entre otros, creados luego de la Segunda Guerra Mundial para prevenir y defender libertades políticas democráticas protegiéndolas de sistemas totalitarios que a diestra y siniestra destruyen los derechos humanos esenciales, ante la creciente tragedia venezolana ponen de relieve su absoluta descomposición ética ,su diseño anacrónico, su ilógica conducta, su incapacidad para renovar sus premisas fundacionales adaptándolas a la distinta realidad del entorno socioeconómico global en la Era Ciber. Y como resultado de esa inoperancia fija, incorporan en sus decisiones, con igual o mayor derecho, a corruptos falsos jueces y verdugos de peligrosa psicopatía criminal muy a la vista. Perdieron sus papeles natales y actuales. Eso motiva que nuevas generaciones y sociedades enteras, al no verse representadas ni atendidas en esa oratoria paralizante y la de partidos políticos ya sin ideología,se tornen despectivas o violentamente antipolíticas.
El vecindario hemisférico cercano a Venecuba hace lo posible pero desesperado se jala los pelos para absorber a la gigantesca migración venezolana heterogénea infiltrada por malandros y agentes provocadores enviados por el oficialismo para desestabilizar la región. Mientras, ellos, los causantes de la catástrofe, contentos acarician sus panzas repletas y comercian cocaminería, lo que implica más botín lleno para sus bolsillos y menos bocas hambrientas que reclamen. El resto se divide entre quien agota sus ahorros, clases medias casi empobrecidas y los esclavos carnetizados de la patria revolucionaria que los desnutre con limosnas del clapismo.
Así se consolida el trono inamovible desde préstamos impagables que venden al país mediante votaciones fraudulentas. La mayoritaria pero secuestrada disidencia espera una solidaria intervención de fuerza militarizada provisional que no llega. La propia OEA en rescate por Luis Almagro tiene congelada su acta bautismal (idea venezolana) y no logra activar en una práctica concreta su Carta Democrática Interamericana (2001, idea venezolana) contando votos totalitarios que retardan y obstruyen soluciones unitarias y rápidas. Esta institución tiene la tarea pendiente y urgente de cambiar sus estatutos que la han convertido en un escenario de retórica inútil. Enmienda que acepte en su seno solo a países democráticos, hoy dispersos en grupos regionales. Mientras, Los No Alineados (Sí Alienados) Foro de San Paulo, de Puebla y sucursales, burlones dueños del narcodinero y la minería saqueada, desconocen a los gobiernos legítimos y libertarios, fechoría para su exclusivo beneficio por ahora exitosa en Cuba, Venezuela, Nicaragua.
El caso venezolano es un espejo que desnuda hipocresías y delata graves fallas. Victimizado por dos décadas es una piedra molesta en el zapato del mapamundi que se autoperdona enviando dinero “humanitario”, útil por unas horas para unos cuantos.
Venezuela está solita en su laberinto. No puede liberarse, pues cuando pretende aplicar su ley 350 constitucional que la autoriza para la desobediencia pacífica civilista frente a la represión violatoria de su carta magna, la cúpula pretoriana del castrochavismo le dispara de cerca o lejos para matanzas y masacres. Saldo que crece ante cualquier mínimo signo de legítima rebeldía.
Quizá en 2020 estalle el milagro que cambie a la burocracia trascontinental siempre “consternada” por tanta desgracia y mire de frente tamaño espejo ensangrentado. Y vea por fin su propia y próxima imagen. Porque salvar hoy, ahora, ya, implica salvarse. Y pronto para que no sea demasiado tarde.
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