domingo, 3 de julio de 2016

RUINAS CIRCULARES



De las ruinas de la ciudad

Luis Barragán

A propósito de la denuncia que formulamos sobre el quiste de cemento que ideó y colocó el alcalde caraqueño Jorge Rodríguez en el Palacio Municipal, vista al cumplimentar nuestras labores parlamentarias, fuimos generosamente consultados por la periodista Emily Avendaño para un reportaje en ciernes. Empero, persistió la preocupación sobre aquellos inmuebles citadinos que, faltándoles poco o mucho para una semejante prestancia histórica, están molidos – todos estos años – por una ruindad acentuada luego de aquella infausta gesta gubernamental de la arrogancia, sintetizada con una expresión inolvidable: “!Exprópiese!”.

Apenas, valgan los ejemplos de sendos complejos financieros y comerciales como la Torre de David que, convertida en una ciudadela del deterioro, permitiendo su prolongado desarrollo,  forzó  una urgida como inevitable desocupación ya extenuadas las voces de la advertencia; el Sambill de La Candelaria,  inmensa y atravesada piedra en una densa zona que la estridente medida les evitó responder en torno a los funcionarios que autorizaron su construcción; o La Francia, edificio de tradición que resumió la absurda afectación por el Estado de una propiedad que ya le pertenecía, aparentemente en manos de la Universidad de Oriente (UDO), aunque seguro en las del ministerio de Educación. El terceto tiene por común característica la precariedad y el abandono que, frecuentemente, sirve de escenario al hampa.

Ruinas también precoces de la ciudad, como pueden constatarse en otras, derivadas de una  improvisada, impulsiva y bulliciosa expropiación, pues, nunca supo el gobierno qué hacer con tales complejos, por reciente que fuese su construcción y, ya tarde, costosa e impensable  su demolición, como en el caso de El Sambil. Excepto que la remodelación, mas no la restauración, abriera las puertas de un jugoso y muy competido negocio de las sombras, porque generalmente media una considerable distancia entre el decreto – si lo hay – y la efectiva recuperación de los espacios, como tuvimos ocasión de denunciar en la Asamblea Nacional (https://www.youtube.com/watch?v=sy6heKJrJvQ).

Por estos días, cercado el lugar, la Plaza Miranda conoce de los trabajos que adelanta la alcaldía menor para su recuperación (http://www.caracas.gob.ve/alcaldiaDeCCS/submit-an-article/blog/updates/jorge-rodriguez-inspecciono-trabajos-en-plaza-miranda), la que inmediatamente inculpó a la llamada Cuarta República de sus desgracias (http://www.correodelorinoco.gob.ve/caracas/mas-1000-m%C2%B2-areas-verdes-incorporaran-a-plaza-miranda-tras-recuperacion-sus-espacios/), como si Rodríguez recientemente hubiese ocupado el cargo y, antes que él, Freddy Bernal nunca existió. Es muy escasa la información brindada sobre los fines y procedimientos empleados, ya que no consta todavía opinión púbica y especializada alguna en torno a la salvaguarda de los espacios, susceptibles de la injusta partidización que, además de convocar las sombrías sospechas del caso, diluye rápido la probable e inicial buena intención que se tuvo. No obstante, nos permitimos una rápida observación.

En los últimos tiempos, el citado lugar ha sido objeto de trabajos parciales de remodelación que resultaron inútiles, delatando la poca nobleza de los materiales utilizados y reiterando la peligrosidad de una zona literalmente de angustioso e inexorable tránsito que cuenta con añejos antecedentes. Ojalá que hubiere una completa, eficaz y sustentable recuperación de la Plaza Miranda, limpia y transparente, pero ella también exhibe una huella que ha persistido en el tiempo: a juzgar por una vieja crónica de Guillermo Meneses (El Nacional, Caracas, 07/12/1944), nunca se desprendió del espíritu que legó la ominosa barriada de El Silencio, reurbanizada por Isaías Medina Angarita de la mano de Carlos Raúl Villanueva. Agreguemos, una impronta que puede agravar Rodríguez más allá de sus afanes publicitarios, futuro testador – porque algún día dejará el cargo – de una ciudad arruinada.

Fotografía: LB, 2016 (antes de que tapasen las cercas).
Nota complementaria: http://lbarragan.blogspot.com/2016/07/nota-complementaria.html


04/07/2016

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