NOTITARDE, Valencia, 10 de abril de 2016
“Caminando con Cristo”
¡El Señor! ¡Ha resucitado!
Joel de Jesús Núñez Flautes
El texto del evangelio de Juan que hoy meditamos nos narra la tercera de las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos, en esta ocasión fue a orillas del lago de Galilea, donde alguno de los apóstoles, encabezados por Pedro y donde estaba también Juan, el joven discípulo fueron, a pescar de madrugada y ya casi amaneciendo, al despuntar la aurora, se les aparece Jesús resucitado en el mismo lugar donde Él había elegido a muchos de ellos, sobre todo al viejo Pedro, el pescador.
Es interesante adentrarse en todos los detalles que nos propone el evangelista Juan; hay que decir que le gusta presentar muchos símbolos, signos, que cada palabra o gesto tiene un profundo significado. El que Jesús aparezca resucitado al amanecer, después que los apóstoles han pasado la noche sin pescar nada, significa que Cristo es la Luz del mundo (como de hecho el evangelio de Juan recoge esta expresión de Jesús cuando afirma: Yo Soy la Luz del mundo). Los apóstoles salen de noche a pescar, si bien sabemos que para realizar una buena pesca hay que salir de madrugada, aquí Juan, al señalar que era de noche, que no pescaron nada, quiere transmitir por una parte el estado anímico de los apóstoles de Jesús, andaban derrotados, su fe estaba oscurecida, habían vuelto a su antiguo trabajo, la esperanza estaba dormida; por otra parte, aquella oscuridad, la inmensidad del mar, la barca, representan a la Iglesia, a la humanidad sin rumbo, sin norte, sin atino y es allí, en medio de esa situación que se les aparece Jesús, que viene a indicar el camino: “tiren las redes a la derecha”; Él señala el camino al hombre, El señala el rumbo a la Iglesia, a la humanidad y hace el milagro donde se confía en su Palabra de vida eterna. Jesús invita a confiar y Pedro y los demás confían en la Palabra pronunciada por Jesús y es allí, donde el joven discípulo lo reconoce resucitado.
IDA Y RETORNO: Oremos y trabajemos por Venezuela.
Cfr.
Isabel Vidal de Tenreiro: http://www.elimpulso.com/opinion/446619
Ilustración: Jacopo Robusti o Jacobo Comin, il Tintoretto.
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