“Temeroso
del repudio popular, el régimen desea imponer una suerte de estado de sitio”,
señaló el diputado Luis Barragán.
“La
paralización de las actividades fundamentales del país, mediante un decreto que
toda la ciudadanía desea incumplir por su evidente vocación para trabajar o –
en todo caso – para buscar empleo, estudiar o conseguir oportunidades para
hacerlo, configura un Estado de Excepción no declarado. Lo sensato es que la bancada
del gobierno explique la situación en la
Asamblea Nacional, pero cualquier pretexto le sirve para evadir un debate para
el cual tampoco está debidamente informada. Hay decisiones sobrevenidas que
autorizan toda conjetura posible y razonable, dado el estado de zozobra que ha
generado el poder establecido en la actual y muy quizá inédita y peor
circunstancia que ha atravesado Venezuela en toda su historia. Que sepamos, el
presidente de la Asamblea Nacional no ha sido citado por el Consejo de Defensa de
la Nación, instancia natural e institucional
que también ha de canalizar todas las inquietudes que suscita una
situación de perspectivas tan peligrosas. Por lo demás, el ministro de la
Defensa insiste en rendir culto a la teoría de la conspiración, aunque la
impresión que deja es la de hablar de una procesión que el gobierno mismo lleva
por dentro”.
Concluyó
el parlamentario: “Hoy, a pesar de de las medidas oficiales que desean forzar
al asueto, todo el país - indignado por
el incumplimiento del injusto racionamiento eléctrico – comenzará a recoger las
firmas para el revocatorio, aunque está convencido que bastará una sola para
ahorrarnos tantas penurias, calamidades, persecuciones y censuras: la de
Nicolás Madura, como renunciante de la presidencia de la República. A
movilizar, movilizándose es el mandato popular de los días que corren”.
27/04/2016
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