sábado, 23 de abril de 2016

AGRESIÓN (ES) EN EL ORGANISMO ELECTORAL

El costillar de Mildred
Luis Barragán


En lugar de una confrontación de poderes, como técnicamente puede concebirse en un Estado de Derecho, asistimos a una ya evidente confabulación para liquidar a la Asamblea Nacional, recientemente legitimada por el sufragio de todos los venezolanos.  Concertación liderada por el Sr. Nicolás Maduro, encuentra su quizá más torpe manifestación en el CNE, desinhibido escenario de sucesos tan repetidos, como lamentables.

Pretendiendo cumplir pacientemente con todos los requisitos establecidos, la solicitud del consabido revocatorio encuentra todas las trabas posibles del organismo electoral, sin que entregue – solicitadas  desde el 9 de marzo del presente año – las planillas correspondientes. A la burda maniobra de un sencillo trámite administrativo, orientada a retrasar el proceso mismo de petición, se suma el piquete de choque con el que el oficialismo procura evitar el apersonamiento físico de los peticionarios a la sede del CNE, contando con la colaboración de la Guardia Nacional.

Un decidido grupo de jóvenes diputados, ante la radical indiferencia de las autoridades electorales, se encadenó recientemente a las escaleras de acceso de la citada sede, aspirando a una respuesta que, de otro modo, no logran. Importando muy poco la investidura, no sólo fueron brutalmente desalojados, junto a los periodistas, sino  tuvo que sortear el piquete minoritario, pero armado, que los esperaba con una ansiedad morbosa y probablemente tengan que acudir ante un juez que nerviosamente vela por su propia estabilidad laboral.  No obstante, respecto a los periodistas, la decisión más importante del triste momento, fue la de evitarlos como testigos de un evento que, por su coraje, ya conoce el mundo entero.

Acontecimiento previo, desocuparon a la prensa violentamente y, sin que haya tribunal capaz de sancionar las graves lesiones sufridas, por ejemplo, Mildred Manrique ha sufrido días terribles, convertido su costillar en el otro referente de una involuntaria noticia. La fractura y demás secuelas de la golpiza, como prontamente nos enteramos gracias a Sara Lizarraga, ofrecen una inmediata radiografía de la situación de un país al que desea patológica y reiteradamente escarmentar el gobierno nacional.

La diligente periodista, por cierto, a la que conocimos en un extraordinario acto de la campaña electoral en Turmero, igualmente precedido por un intento de sabotaje de los ya sabidos adversarios, tiene por características una probada valentía y un sensato criterio, expuestos en sus reseñas, entrevistas y reportajes. Y es que, a pesar de los pesares, habla de un gremio también heroico, firme y honesto, cuya vocación es la noticia.
Fotografía: @milmanrique


25/04/2016

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