lunes, 4 de agosto de 2014

QUIROFANÍA

De la parlactomía (y nota previa)
Luis Barragán


El estudiantado y el Foro Penal Venezolano indican que 28 jóvenes siguen tras las rejas, añadiendo alrededor de tres mil regímenes de presentación ante los tribunales y los casos ya sometidos a juicio pleno, con 43 muertes a cuestas, desde febrero del presente año. Una cifra superior a la consabida jornada de 1928 que emblematizó a toda una promoción generacional y que sepamos,  a dirigente opositor alguno de la época se le ocurrió criminalizar al rector o a los mozalbetes por el testimonio de una histórica,  elocuente y corajuda inconformidad.

PRIMER PERÍODO DE SESIONES

A punto de culminar el primer período de sesiones del parlamento venezolano, es necesario un inicial balance. La nota más drástica y destacada es la del franco desconocimiento de la inmunidad por obra de la resueltamente inconstitucional destitución de María Corina Machado, obviando los más elementales procedimientos para un allanamiento que política y jurídicamente  era imposible: la  parlactomía – si nos permitirnos el símil quirúrgico -  constituye un peligroso e insólito precedente, intimidador y aquietador de justos y pecadores, desesperados por pasar la página que diga relevarlos de los riesgos de una medida tan rápida y brutal.

La junta directiva y la fracción oficialista, militantemente incomunicada con la bancada opositora, tiende a sorprender con el Orden del Día, frecuentemente abultado de sendas solicitudes de crédito adicional.  No ocurría décadas atrás, separadas y respetadas las específicas responsabilidades partidistas y parlamentarias, hay sesión mientras haya tiempo debido a las diligencias proselitistas que comprometen al sector progubernamental.

Repentinamente aparecen, desaparecen y reaparecen los proyectos de ley que les conviene, sorteados  por las improvisadas y largas sesiones. Delicadas propuestas como las referidas al amparo constitucional o a la de ordenación y gestión del territorio expresan el fenómeno, mientras que proyectos como el relacionado con la carrera militar, orientado a elevar el rango de una ya vieja reglamentación, haciendo sincero y posible el consenso, esperan.

Valga acotar, persiste la deuda de la junta directiva de la Asamblea Nacional con leyes sancionadas el año pasado que, hasta el presente, no han sido promulgadas o devueltas por el Ejecutivo. A modo de ilustración, tramitada en apenas dos sesiones, la Ley Orgánica de Cultura cumplirá - el 13 de los corrientes -  un año de sancionada.

Hubo acuerdos muy curiosos, por decir lo menos, como los que celebraron o conmemoraron la victoria soviética en la II guerra mundial, a Armando Reverón o Ernesto Guevara, además de los reconocidamente revanchistas. A pesar de los más urgentes problemas económicos y sociales, el oficialismo negó cualesquiera discusiones: le preocupa más la muerte en otras latitudes que las muy cercanas en las localidades, calles y hospitales venezolanos, aunque el delito alcance perfiles inéditos.

Por supuesto, limitado el tiempo, por lo general, las intervenciones en las plenarias apuntan al contraste en la disertación de fondo de la oposición y la personalmente ofensiva del gobierno, hábilmente televisada.  Incluso, está consagrada la fórmula sobre lo que dijo “el diputado que me precedió” para evitar la debida réplica, aunque – es nuestro caso – por azar hallamos que, en su informe de gestión, el diputado Earle Herrera nos mencionó (http://transparencia.org.ve.previewdns.com/wp-content/uploads/2012/10/Dip-Earle-Herrera-Gesti%C3%B3n-2013.pdf), como ha debido hacerlo explícitamente para que pudiésemos orientarlo in situ en el debate – digamos – cultural.

Marcando más el sesgo y la tendencia antiparlamentaria del régimen, el segundo período de sesiones de 2014 configurará un escenario que será propio de las urgencias económicas del gobierno, pretendiendo acallar y aplastar la protesta, generando y manipulando simultáneamente un ambiente propicio y traumático para la venidera (re) elección parlamentaria. El receso obliga a una reflexión del parlamentario opositor, cuyos retos se acrecentarán más allá de la pretendida convención de sus funciones.

En la tradición parlamentaria venezolana hubo circunstancias y etapas complejas y difíciles, como la de los inicios de la democracia representativa en la que el gobierno de entonces, por señalar un caso, perdió el control de la Cámara de Diputados o, más tarde, la presidencia del Senado. Sin embargo, no se supo de los excesos actuales y, por añadidura, derrotada la consabida insurrección armada, atenidos a las décadas de los sesenta y setenta del XX, todo el espectro político estuvo representado en el Capitolio.

Reproducciones: Por una parte, nombrada la Comisión Delegada de acuerdo a la Constitución de 1961, la gráfica de Cárdenas nos muestra un momento de conversación entre Arturo Uslar Pietri, Luis Herrera Campíns, Lorenzo Fernández y Hugo Briceño Salas; en dicha Comisión, fustigada por Domingo Alberto Rangel en un artículo de prensa, estuvieron también representados los independientes, el MIR y el PCV. Por otra, Cárdenas toma el instante en que el redactor Julián Montes de Oca presencia la conversación entre Gonzalo Barrios (AD-Gob), Manuel Vicente Ledezma (AD-ARS), Lorenzo Fernández (COPEI) y Jaime Lusinchi (AD-Gob). Ambas, tomadas de El Nacional, Caracas, 17/07/62).  Luego, a propósito de las gráficas, consta que ahora la Comisión Delegada está bajo absoluto control gubernamental, la prensa no reporta libremente desde el propio parlamento y las diferencias políticas  traspasaban el umbral de lo personal.

Fuente: http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/20102-de-la-parlactomia-y-nota-previa

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