domingo, 17 de agosto de 2014

DESESPERACIÓN Y FE

NOTITARDE, Caracas, 17 de agosto de 2014
"Mujer, ¡Qué grande es tu fe!" (Mt.15, 21-28)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El texto evangélico de este domingo nos presenta el diálogo de Jesús con una mujer cananea (no judía), que pudiéramos decir, que le supo ganar a Cristo con su argumento; pero que en el fondo sabemos que dicho diálogo fue provocado por Jesús para aleccionar a sus discípulos y oyentes y dejar demostrado cómo se comporta Dios y como Jesús le representa fielmente ante una sociedad que excluía a las mujeres, que expulsaba y mantenía a límite a los infieles o paganos (así eran considerados los cananeos que representaban la impiedad para el pueblo judío). En este relato vemos, como en otros pasajes de los evangelios, el comportamiento de Jesús con las mujeres, que en su tiempo eran infravaloradas, maltratadas y muchas veces despreciadas, sin sumarle a esto el hecho que fuera pagana o infiel. Es el cuadro que nos presenta esta escena que narra Mateo. La mujer va detrás de Jesús implorándole que cure a su hija enferma, "endemoniada" (seguramente sufría de epilepsia, que para la época era considerada una enfermedad demoníaca; si negar con esto, que Jesús expulsaba a los demonios o espíritus impuros y sanaba a los enfermos), Jesús ante la súplica de sus discípulos que le pedían que la atendiera afirma rotundamente: "No he sido enviado más que a las ovejas pérdidas de la casa de Israel"; es decir, para los judíos (Con esto quería llamara la atención y dejará claro que su comportamiento, sería distinto al comportamiento de los jefes religiosos y la mentalidad judía del momento). Así era la mentalidad de la época, los judíos se consideraban los herederos de las promesas de Dios, los únicos que alcanzarían la salvación, los elegidos. Jesús, con su afirmación deja constancia de esta mentalidad, pero la mujer insiste, se postra ante Él (es signo que lo reconoce como Dios y llena de fe sabe que le puede conceder aquello que le pide); Jesús busca sacar lo mejor de esta mujer para aleccionar a todos y le dice: "No está bien tomar el pan de los hijos y echárselos a los perritos", con esta expresión volvía a remarcar que los "hijos de Dios eran sólo los judíos" y los perros eran los paganos (Jesús hacía eco de un refrán de la época);  así pensaba aquella sociedad y la respuesta de la mujer es expresión de su fe profunda, fe que alaba Jesús: "Sí, Señor, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos". La mujer llama a Jesús "Señor", título mesiánico que exalta la divinidad de Jesús, título aplicado especialmente a Dios. Con este diálogo Jesús quería dejar de manifiesto que Dios no hace acepción de personas, que mira el corazón y la fe profunda de quien lo busca e invoca. Dios no mira las apariencias, el sexo, el color de la piel, la clase social; sino que se fija en el humilde que con fe sincera lo invoca como la mujer cananea.
Si comparamos este pasaje con el evangelio del domingo pasado, puede resultar irónico que Jesús a un judío, a un apóstol, al mayor de sus discípulos, que dejaría como jefe de su Iglesia, a un hombre, le dijera como a Pedro: "hombre de poca fe"; en cambio el pasaje de hoy resalta que Jesús a una mujer, a una cananea, a una persona considerada infiel, gentil, le dice: "Mujer, que grande es tu fe". Así es Dios, nos desconcierta, supera nuestros esquemas y paradigmas, nos muestra su rostro amoroso y misericordioso cuando nosotros, si tuviéramos en su lugar, fuéramos jueces implacables y duros ante los demás; pero Jesús vino a mostrarnos el verdadero rostro de Dios Padre. Porque para los judíos pertenecer al Pueblo de Dios se daba por la raza, por la sangre; Cristo viene a desmontar esta creencia y deja en claro que para pertenecer al Nuevo Pueblo de Dios no será el sexo, la condición social, la raza, la sangre, sino que quien profese su fe en Él como único Dios y Salvador (como lo hizo la cananea), ese pertenecerá al Pueblo de la Nueva y definitiva Alianza. Jesús dejó claro el universalismo de la salvación o lo que es igual decir, que Dios quiere que todos los hombres se salven, que conozcan la verdad y que la única condición que hace falta es tener fe en el Hijo de Dios que ha venido al mundo a dar su vida por nosotros. De la actitud de Jesús aprenderá la Iglesia primitiva y la Iglesia de hoy que es Católica (universal), llevar el mensaje a toda criatura, predicar el evangelio en el mundo gentil (como lo hicieron los apóstoles y Pablo) y como lo sigue haciendo hoy la Iglesia en aquellos lugares donde todavía no ha llegado la alegría del evangelio o donde se ha apagado la fe.
IDA Y RETORNO:
Felicito a toda la familia del Notitarde que ha hecho posible que este prestigioso diario, del cual me siento parte, esté cumpliendo un aniversario más, llevando información, no sólo a Carabobo, sino también al centro del país y con la globalización a toda Venezuela y el mundo. Que Dios siga bendiciendo la labor que se hace desde este medio de comunicación. Gracias por el apoyo a nuestra Iglesia de Valencia.
Pidamos al Señor por Venezuela, que sus bendiciones vengan sobre nosotros y alcancemos la paz, la justicia, el bienestar, el progreso, la libertad que tanto necesitamos.

Cfr. José Martínez de Toda (SJ): http://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-cananea
Ilustración: Geraldo de Barros.

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