EL ANATOMISTA DEL PRETORIANISMO

Del  Profesor  Irwin
Luis Barragán

Finalizando el fin de semana próximo pasado, en las redes sociales, Jefferson Herrera, quien fuese su discípulo, avisó del fallecimiento del Profesor Domingo Irwin. Al confirmarnos por correo privado tan triste noticia, el joven profesional dedicó unas hermosas y sentidas palabras al meritorio educador que me permito reproducir: “El Dr. Domingo Irwin fue mi profesor en la asignatura de Historia de Venezuela II, en el Instituto Pedagógico de Caracas hace 2 años aproximadamente. Luego tuve la oportunidad de asistir a varias de sus ponencias dentro y fuera de Caracas. Puedo expresarle que, como profesor, fue excelente. Recuerdo que su clase empezaba a las 7am hasta las 10 am, y él acostumbraba llegar 10 o 15 min antes de las 7, cosa que cuando llegábamos los alumnos, él ya estaba relajado en el aula esperando con su respectivo cigarrillo. La clase empezaba a las 7 en punto y eran las 9 y 30 de la mañana y el profesor hablaba con el mismo ánimo sin parar: eran indudablemente unas clases magistrales, en la cuales se aprendía muchísimo. Cualquier pregunta que se le hacia, la respondía y le tenía un comentario jocoso para referirse a ciertos personajes de la historia Nacional. Sin duda alguna, el Dr. Domingo (o profesor Irwin  (así prefería que lo llamáramos) fue un catedrático de excelencia, con una conocimiento extenso lleno de mucha sabiduría. En las aulas del Pedagógico de Caracas, siempre será recordado por los alumnos del Departamento de Geografía e Historia, al cual perteneció hasta el día de su fallecimiento. Quedará en la memoria de aquellos que tuvimos el honor de recibir clases por él, y guardar sus valiosos consejos que nos decía a los que se quedaban hasta el final del semestre sin retirar la materia por temor a su impresión de querer aplazarlos a todos jeje. En el fondo, era un gran docente que solo buscaba el interés de los alumnos por la historia, y le daba las herramientas necesarias para crecer y desarrollar las habilidades dentro del rol de historiador y docente. Que en Paz descanse, agradecidos grandemente por su enseñanza y dedicación”.

No tuvimos la suerte personal de conocer a Domingo Irwin, aunque ya hacíamos planes por lograrlo. Lo descubrimos a mediados de la década pasada, gracias a un gran librero como Juan Pérez y su ya extinto local de Chacaíto (“Macondo”),  jalonados por un título de su especialidad: la historia militar venezolana y, específicamente, la dimensión pretoriana de la entidad armada.

Otros títulos del abnegado investigador suscitaron nuestro interés, viéndolo con atención en las pocas entrevistas de televisión que lográbamos pescar. Lo más interesante de todo, añadiendo la sencillez y el sentido de humor que lo caracterizaban, según el testimonio de las personas que nos daban noticias de su labor magisterial, es que creó toda una escuela de investigación que produjo sus frutos a través de otros expertos relacionados.

Historiador, Especialista en Integración Cívico-Militar, Magister en Seguridad y Defensa y Doctor en Historia, fue Profesor Títular jubilado por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador e Investigador del Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry.  Formador de formadores, Irwin no cesó de indagar constantemente en una materia espinosa, difícil y compleja, que atañe – sobre todo hoy – al destino de los venezolanos.

El país sumergido en una dramática crisis, aparentemente no se entera todavía de la obra del Profesor Irwin. Empero, más temprano que tarde lo hará, reconociéndole una trayectoria pedagógica y un esfuerzo intelectual extraordinarios que, precisamente, ayudará y mucho a abrir los nuevos y necesarios caminos republicanos que están pendientes.

Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinioneducacion/20321-del-profesor-irwin